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Análisis del Ciclo de
Vida
En el Análisis del Ciclo de Vida de un
producto se estudia el impacto que hace desde su fabricación hasta su
eliminación. Por eso se suelen llamar también análisis de la cuna a la
tumba.
La idea de este análisis es que un
producto no impacta en el ambiente sólo cuando se usa, sino también cuando se
fabrica o se desecha. Así, por ejemplo, un coche cuando está usándose contamina
con los gases que expulsa, consume combustibles fósiles o genera neumáticos o
baterías gastadas; pero además, en su fabricación se ha empleado energía, materias
primas, se han generado residuos sólidos, líquidos y gaseosos, y cuando el
coche se hace viejo se convierte en residuos que suponen también un impacto
ambiental.
El etiquetado ecológico es la
posibilidad de poner un determinado logotipo en la etiqueta
del producto que indica que se ha fabricado siguiendo unos procedimientos
regulados y controlados por organismos autorizados.
La concesión de estas etiquetas está
regulada por normas de la Unión Europea y se concede a productos que "desde
la cuna a la tumba" son respetuoso con el medio ambiente, por tanto exigen
un Análisis del Ciclo de Vida del producto previo a la concesión.
Con este instrumento se persigue
prevenir la contaminación en origen, promoviendo una política de fomento de productos
"limpios".
Se suele llamar también ecoauditoría.
Es un instrumento de gestión que comprende una evaluación sistemática,
documentada, periódica y objetiva de la eficacia de la organización, el sistema
de gestión y los procedimientos destinados a la protección del medio ambiente.
Su objeto es:
- Facilitar
el control, por parte de la dirección de la empresa, de las
acciones que pueden tener efectos sobre el ambiente.
- Evaluar si se están cumpliendo
los requisitos externos que la legislación impone a esa empresa y las
obligaciones que en este campo la empresa se ha impuesto a ella misma.
Se trata, en definitiva, de hacer un examen de la
empresa en todo lo que hace referencia a las cuestiones ambientales para
conocer con detalle la situación en la que se encuentran. Son voluntarias para
las empresas. Las hace un auditor medioambiental que suele ser externo a la
empresa, aunque también es posible que sea de la misma empresa.
- Comprobar
que se cumple la legislación vigente o saber que hay que hacer para
cumplirla. De esta forma se evitan sanciones y problemas con los
organismos correspondientes.
- Facilita Ventajas de
las AMA, y de los SGMA en general, son:la mejora de la empresa al detectar
que es lo que no va bien y proponer soluciones para mejorarlo.
- Planificar
las emergencias y los accidentes
- Ahorrar
costes al mejorar la planificación. Hay empresas que han conseguido
ahorros del 50% usando más racionalmente la energía y las materias primas
y valorizando sus residuos.
- Obtener
préstamos y seguros más baratos. Muchos bancos y compañías de seguros
exigen auditorías de este estilo antes de hacer sus préstamos o se cubrir
los riesgos de accidentes.
- Aumentar
el valor de las acciones de la empresa
- Conseguir
una buena imagen pública y satisfacer al número creciente de
ecoconsumidores que contribuyen a la mejora del ambiente seleccionando los
productos que compran, según el respeto al ambiente con que hayan sido
fabricados.
Las certificaciones son instrumentos
para garantizar que el Sistema de Gestión Medioambiental implantado por una
empresa es de calidad. Las dan instituciones externas y ajenas a la empresa y
garantizan que su Sistema de Gestión Medioambiental es correcto y adecuado
porque cumple un conjunto de normas e instrucciones.
Con estas certificaciones externas la
empresa puede demostrar que su trabajo en este campo es serio y no una simple
maniobra para maquillar su imagen. Así mejora su prestigio y garantiza a sus
clientes su nivel de calidad.
Los principales sistemas de
normas de calidad del SGMA son:
1.
Normas UNE.- Las UNE son un conjunto de
normas españolas para muy diferentes asuntos industriales, construcción, etc.
Con ellas se unifican los criterios para la realización de miles de
actividades: desde la construcción de tornillos hasta la implantación de un
sistema de gestión en una empresa. En el campo medioambiental hay varias normas
UNE que regulan como deben ser los Sistemas de Gestión Medioambiental (UNE
77-801-94), o como se debe hacer el Análisis de ciclo de vida, etc. Están
siendo substituidas por las normas europeas o internacionales.
2.
Reglamento CEE 1836/93.- Es el reglamento europeo
que establece el Sistema Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoría (Emas). Las
empresas que cumplen las normas UNE 77-801-94 o las ISO 14000 correspondientes
pueden solicitar de la Unión Europea la concesión del EMAS, completando algunos
requisitos.
3.
Normas ISO.- Son normas internacionales. La
familia de normas ISO 14000 es la que regula la protección del ambiente. Las
normas ISO son menos exigentes que las UNE o que las europeas correspondientes,
pero tienen cada vez más interés dada la internacionalización de la industria y
el comercio.
La sostenibilidad en el Perú: el perfecto equilibrio
¿Cuál es el estado de la
sostenibilidad en las empresas en el Perú de hoy?¿Cuál es el nivel de
conocimiento que tienen los principales ejecutivos peruanos? Las respuestas
están en la primera Encuesta sobre el Estado de la Sostenibilidad en el Perú,
conducida por KPMG, con el
respaldo de G de Gestión y del experto José Salazar, y aplicada a los CEO de las 100 empresas más importantes del país.
Han pasado
28 años desde que, el 4 de agosto de 1987, se conociera por primera vez el
concepto de desarrollo sostenible. En aquel año, la Asamblea de las Naciones
Unidas dio a conocer el famoso Informe Brundtland, llamado también Nuestro
Futuro Común, que describe al desarrollo sostenible como “aquel que satisface
las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones
futuras de satisfacer sus propias necesidades”.
La
Comisión concluyó que no era posible separar los temas del desarrollo económico
del medio ambiente y que se requería construir un futuro más próspero, más
justo y más seguro. Desde entonces, se ha desencadenado un gran movimiento por
la sostenibilidad: cientos de discusiones académicas, económicas y políticas; seminarios,
debates y coloquios a nivel mundial han querido reflexionar alrededor de la
sostenibilidad.
Sin
embargo, a pesar de los años transcurridos, aún no terminamos de entender y
asumir el concepto de una manera total y responsable y, mucho menos, de incluirlo
en la gestión de los negocios, a pesar de que se ha avanzado bastante en el
tema.
Lo primero
que cabe resaltar es que el 29% de los encuestados identifica al medio ambiente
como el aspecto más importante que le viene a la mente cuando habla de sostenibilidad,
mientras que un 5% los relaciona al cambio climático, ambos temas muy
relacionados, por cierto.
Evolución
Sin embargo, el concepto de sostenibilidad ha evolucionado notablemente y hoy sabemos que
no se puede analizar solo desde un enfoque ambiental, sino que es necesario
incluir el aspecto social y económico. Sería un error, por lo tanto,
identificar sostenibilidad solamente con asuntos de “medio ambiente” y
dejar de lado los temas económicos, sociales o de relacionamiento con clientes,
consumidores, inversionistas, etc., es decir, con los grupos de interés.
De allí,
que resulte importante que el 27% lo vincule a la relación con la comunidad, el
15% al desarrollo económico y/o riqueza, mientras un 8% lo hace a los derechos
humanos, otra de las grandes preocupaciones que ha crecido en los últimos años.
En
general, se observa preocupación por medir el impacto que generan las empresas
en la sociedad. Así, el 76% de encuestados asegura que sí mide el impacto que
genera, mientras que el 24% indica que aún no lo hace.
En
general, las empresas miden sus impactos en el tema social (34%), económico
(37%) y medio ambiental (29%). Cuando la encuesta aterriza en el impacto
ambiental y pregunta sobre algún sistema de medición para las emisiones de
gases de efecto invernadero, solo un 48% afirma que sí lo tiene, mientras que
un 43% indica que aún no lo hace.
Los
entrevistados consideran que la sostenibilidad es relevante en su estrategia de
negocio (90%). Y una muestra de ello es que las empresas consultadas lo tienen
incluido o mencionado en su misión, visión, valores o códigos de ética.
Lo
importante de esta encuesta es que las empresas comienzan a considerar la sostenibilidad como una vía para alcanzar el crecimiento e
innovación de su organización: 71% afirma que sí lo es, mientras que un 29%
indica que ello no ocurre en la actualidad, pero lo será en el futuro.
Beneficios
Basados en los resultados de la encuesta, podemos concluir que los CEO encuestados perciben que la sostenibilidad le
trae beneficios y agrega valor a su empresa en el mercado o sector al que
pertenece. Un 29% indica que mejora su relación con sus grupos de interés, en
tanto que un 25% asegura que mejora la reputación y marca de la empresa,
mientras que un 12% siente que mejora la satisfacción y retención del personal.
Es interesante resaltar que estos resultados reflejan el
creciente valor que tienen los temas intangibles en el buen desarrollo y valor
de las organizaciones en el siglo XXI.
Un factor
crítico para lograr el éxito de la inclusión de las estrategias de
sostenibilidad en los negocios pasa por el compromiso y liderazgo de los
niveles más altos de la organización. Por ello, resulta reconfortante conocer
que el 40% de entrevistados reconoce que debe ser la gerencia general el área
que lidere el tema de sostenibilidad, seguido
de un 25% que señala que debe ser el área de responsabilidad social o un área
afín.
Y es que
este aspecto se convierte en un tema vital para alcanzar una visión de sostenibilidad que establezca políticas, planes, metas e
indicadores, pero, sobre todo, las prioridades que cumplan tanto los objetivos
de sostenibilidad como los de negocio.
¿Quién
debe liderar los retos de la sostenibilidad en el Perú?
Interesante respuesta si se considera que un mayoritario 90% considera que debe
hacerlo, en forma conjunta, el sector público y privado, es decir, una
combinación tantas veces reclamadas, pero pocas veces aceptada, ya que siempre
se ha asumido que esta responsabilidad es exclusivamente del segundo.
La
encuesta también indaga sobre la importancia que las empresas otorgan a sus
grupos de interés. La respuesta en este tema es contundente, ya que el 100% de
los encuestados sí identifica a sus principales grupos de interés o
stakeholders, reconociendo y aceptando, de esta manera, lo fundamental que
resulta para una empresa el considerarlos.
Lo que sí
resulta revelador en este tema es que el 19% de encuestados identifiquen al
gobierno como uno de los principales grupos de interés, al igual que clientes
(19%) y colaboradores (19%) y recién, en cuarto lugar, aparezca comunidad con
17%.
Finalmente,
preguntados sobre las barreras que impiden integrar la sostenibilidad en sus organizaciones, los ejecutivos, en un
38%, no identifican alguna barrera en especial, con lo cual queda descartado que
se trate, por ejemplo, de un tema presupuestal (apenas el 6% lo indica así),
mientras que el 13% reconoce que se puede tratar de una falta de respaldo de
los accionistas o un conocimiento real del tema.
Resultados
sostenibles
Los resultados
de esta encuesta nos hacen notar -con optimismo- que, en el caso del Perú,
estamos por buen camino y que no en vano han pasado 28 años desde que
comenzamos a hablar de sostenibilidad.
Las
empresas, así como los hombres detrás de ellas, han aprendido en este largo
camino y son conscientes de que, a estas alturas, las organizaciones ya no
pueden ignorar cuál es el impacto que sus operaciones generan en la sociedad.
También
han aprendido que resulta imposible no reconocer el valor que agrega a su
gestión interna el mantener vínculos constantes y transparentes con sus
diversos grupos de interés. Solo así podrán enfocar mejor los esfuerzos de
desarrollo, mitigar los riesgos empresariales e identificar nuevas
oportunidades de negocio que mejoren sus resultados económicos y financieros.
¡Se trata del equilibrio perfecto!
Del
marketing a una estrategia empresarial
Nuestra
Encuesta Global de Responsabilidad Corporativa (RC) arroja que, en promedio, el
73% de las empresas estudiadas tienen un reporte de RC. Por región, la tasa más
alta está en Asia-Pacífico (79%), seguida por América (77%), Europa (74%) y en
menor medida África y Medio Oriente (53%).
En el caso
del Perú, 69 de las 100 principales empresas por ingresos cuentan con reporte
de RC. Esto nos coloca en la posición 31 de los 45 países incluidos en el
estudio, y un poco por debajo del promedio global. Considerando que no es
obligatorio presentar el reporte en el Perú, el resultado denota un buen nivel
de esta importante práctica de responsabilidad corporativa.
Si
analizamos los sectores que más reportan su responsabilidad corporativa, en el
Perú destacan minería (13), petróleo y gas (7), construcción y materiales (6),
automotor (5), energía eléctrica (5) y alimentos (4).
En dicha
línea, de las 69 empresas que en el Perú cuentan con un reporte de RC, 22 lo
hacen a través de un reporte de sostenibilidad, 20 en la memoria anual, y 27 en
ambos. De estos reportes, el 43% cuenta con un aseguramiento independiente por
parte de un tercero. Este porcentaje es similar al nivel global.
Queda en
evidencia que el desarrollo sustentable va dejando de ser una práctica de
márketing y se está convirtiendo en estrategia y acciones concretas con
beneficios tangibles para las empresas y las partes interesadas en todo su
ecosistema.
Las
experiencias recientes en sectores extractivos nos han enseñado que se requiere
una estrategia sería de responsabilidad corporativa, proactividad en las
acciones, transparencia en los reportes de RC, y sobre todo mucha difusión y
dialogo. Con este estudio, esperamos contribuir a seguir construyendo buenas
prácticas de responsabilidad corporativa y sustentabilidad en el Perú.
Estos
son los 10 desafíos del Perú para lograr un crecimiento sostenible
Los desafíos expuestos son:
1. Política contracíclica frente a deterioro del ambiente externo. Se refiere a
un plan de contingencia “oportuno, transitorio y agresivo” ante problemas en la
economía por factores externos.
2. Estabilidad macroeconómica y eficiencia en la gestión de las finanzas
públicas. Esto es “lo que tanto ha costado construir, con estabilidad de
precios, disciplina fiscal”, consideró el ministro.
3. Igualdad de oportunidades. En ese punto, Castilla habló de
inclusión social y mencionó que los conflictos sociales que actualmente azotan
al país se han dado porque la población no ha sentido los beneficios de las
inversiones. Entonces “ahí tenemos el reto de generar oportunidades y que la
gente se sienta beneficiada, esto es parte del meollo de la conflictividad que
el país está sufriendo en estos días”, acotó.
4. Empleo de calidad, seguridad social y acceso al capital. Esto
significa “la mejor representación de la movilidad social, porque así podemos
autosostenernos con empleos dignos”, dijo en este aspecto ante los empresarios.
5. Desarrollo regional territorial equilibrado. Esto incluye
una “mejor distribución y ejecución de los recursos obtenidos por la extracción
de nuestros recursos naturales” para que así no haya “islas de progreso” en
Lima ni provincias.
6. Aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Dentro de los
objetivos, se menciona lograr un equilibrio entre la industria extractiva y la
oferta hídrica; luchar frontalmente contra la minería informal y establecer un
ordenamiento territorial.
7. Expansión de infraestructura básica y de Tecnologías de Información y
Comunicaciones. El ministro habló en este punto de impulsar el gobierno
electrónico logrando que 40 servicios públicos estén interconectados el 2013.
“Uso de la firma electrónica, DNIelectrónico, medios de pago electrónico
en el Estado”, son algunas de las propuestas.
8. Estado que facilita la inversión y el desarrollo empresarial formal. Para este
fin, se plantea el respeto al Estado de derecho y la seguridad jurídica; mayor
transparencia en las decisiones judiciales, facilitar el proceso de creación de
empresas formales, entre otros.
9. Productividad basada en la innovación. Justamente el
tema que abordó la CADE de este año. Uno de los objetivos a lograr es
reformar el Sistema Nacional de Calidad.
10. Capacidad para competir exitosamente en el mercado internacional. Entre los
objetivos se señala la necesidad de posicionar al Perú como la puerta de
entrada de los países del Asia a América y viceversa, continuar con la
promoción para la atracción de inversiones enfocado en las ventajas
competitivas de las regiones, aprovechar la apertura comercial lograda con los
acuerdos y consolidar al país como destino turístico internacional.
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