sábado, 9 de julio de 2016

CONCEPTO DE DESARROLLO SOSTENIBLE

El acelerado crecimiento económico en los países desarrollados ha determinado una fuerte presión sobre la disponibilidad de recursos ambientales. Sin embargo, un menor grado de desarrollo económico no ha significado un ambiente menos degradado. Es así que muchos problemas ambientales, tanto de contaminación como de degradación de recursos naturales, han alcanzado niveles críticos en algunos países en vías de desarrollo.

Este es el caso de la contaminación del aire en ciudades como México, Santiago de Chile y Sao Paulo, o la erosión de suelos en Nepal, Indonesia y en la vertiente oriental de los Andes. Ello ocurre así porque el deterioro ambiental no resulta sólo debido al crecimiento económico, sino que también la pobreza resultante de la ausencia de desarrollo económico es uno de los factores que contribuye a la agudización de los problemas ambientales.

 Es por ello que, en el caso de los países pobres, sería absurdo plantear que se detenga el crecimiento económico ya que sin éste no habría desarrollo económico ni conservación de los recursos ambientales. Esta constatación ha hecho surgir la idea de que nuestros países requieren un estilo de desarrollo sostenible, en donde el ritmo y forma de explotación de los recursos ambientales sea tal que no haga peligrar la satisfacción de necesidades de las generaciones futuras.


Figura. Imagen de Afrodita,  la diosa  griega de la lujuria sexual.

La definición más "popular" de desarrollo sostenible es la aportada por la Comisión Brundtland, según la cual "el desarrollo es sostenible cuando es capaz de satisfacer las necesidades de la presente generación sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades". Esta definición, empero, no está exenta de críticas.


Lelé (1991) llama la atención sobre el hecho que el desarrollo sostenible puede interpretarse como un proceso en donde el crecimiento económico es indefinido, lo cual no es coherente con la idea de que existen límites a la explotación de los recursos ambientales. Sin embargo, desde el punto de vista económico podría argumentarse que el incremento del ingreso nacional no necesariamente requiere una mayor utilización de recursos físicos. El problema es que no está claro si este proceso puede sostenerse en forma indefinida.


Tudela (1992) observa que "las necesidades de la presente generación" constituyen una realidad compleja e histórica cargada de ideología y de cultura, que obedece a múltiples determinaciones y varía en función de los países y de los grupos sociales de que se trate. Esta crítica cuestiona el hecho que la definición de la Comisión Brundtland enfatiza en la equidad intergeneracional en detrimento de los problemas de desigualdad intrageneracional.

Por otra parte, es sumamente difícil determinar cuáles serán las necesidades de las generaciones venideras. Más aún cuando un problema que subyace en esta crítica es que si se acepta el objetivo de equidad intrageneracional con el objetivo de que los países pobres alcancen el nivel de las condiciones de vida de la población de los países desarrollados, la presión sobre los recursos naturales y el medio ambiente del planeta sería insostenible sin ninguna duda.

Esto significa que los estilos de vida y las características tecnológicas de los países desarrollados sólo son viables en tanto sigan siendo minoritarios.

Pero aún si éste no fuera el caso, en muchos casos particulares podría existir contraposición entre los objetivos de sostenibilidad ecológica y objetivos de desarrollo, claves como satisfacción de necesidades básicas. 

Los países con mayor densidad poblacional y bajo nivel de desarrollo presentan mayor probabilidad de enfrentar este tipo de problema. Un ejemplo de la contraposición aludida podría ser el uso de productos químicos en la agricultura para incrementar la producción de alimentos, lo que al mismo tiempo tiende a contaminar suelos y aguas.

Aunque, desde el punto de vista económico, puede sostenerse que la degradación ambiental debería tolerarse en la medida que los beneficios de las actividades que originan degradación, sean mayores que los costos ambientales (Pearce, 1990); en una aplicación estricta del concepto de conservación del acervo de capital natural no se utilizarían los agroquímicos aun cuando los beneficios económicos de usarlos fuesen mayores que los costos.

El concepto de permanencia del acervo (stock) de capital natural ha sido desarrollado por Pearce y asociados, en un esfuerzo por operacionalizar el concepto de desarrollo sostenible. Así, una condición mínima para que el desarrollo sea sostenible, sería que el stock de capital natural no disminuya con el tiempo.

"El acervo de capital natural (...) es el stock de todos los activos ambientales y de recursos naturales, del petróleo en el subsuelo, la calidad del suelo y el agua subterránea; del acervo de peces en los océanos; de la capacidad del globo de reciclar y absorber carbono. Sin embargo, aquí subsiste el problema de que con una población creciente un stock de capital natural fijo implica un decreciente stock de capital natural per cápita".


Dixon y Fallon (1991) distinguen entre el concepto físico de la sostenibilidad y el concepto socioeconómico. En un concepto físico, la sostenibilidad estaría referida a la explotación de los recursos renovables a una tasa tal que el acervo disponible del recurso se mantenga constante.

En otras palabras, la tasa de "cosecha" del recurso debería ser igual a su tasa de crecimiento. Un enfoque un poco más amplio, pero siempre referido a lo físico, plantea la sostenibilidad al nivel de ecosistemas. 

En este enfoque, las interacciones que se producen en el sistema pueden determinar que aquello que podría haberse considerado como manejo sostenible para un recurso individual resulte insostenible para el todo.



Las críticas que se han reseñado evidencian las dificultades para operacionalizar el concepto de sostenibilidad bajo criterios económicos, lo que limita su utilidad como guía práctica para la toma de decisiones de desarrollo, posibilitando que los juicios "subjetivos" de valor puedan ser más importantes para tales decisiones que los criterios "objetivos" de tipo económico.

viernes, 8 de julio de 2016

GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO Y LAS ORGANIZACIONES MODERNAS

El objetivo de este tema es reflexionar sobre la importancia que tiene la gestión del conocimiento en las organizaciones, las cuales deben tener dentro de su visión la generación de ventajas competitivas mediante el conocimiento, el capital intelectual y los activos intangibles.
La gestión del conocimiento implica una relación con la nueva economía y la sociedad de la información. Es por ello que debe integrarse la gestión del conocimiento en la política de recursos humanos de las organizaciones modernas a fin de crear y almacenar conocimiento para su posterior distribución y uso.
Ésta será la ventaja competitiva, el valor añadido que una empresa ha de crear para sus clientes: proponiendo el uso adecuado de la información, del conocimiento como fuente de diferenciación en un mercado cada vez más competitivo y global.
Los recursos tangibles de la organización tales como capital, mano de obra han de ser reemplazados por los recursos intangibles o capacidades, mezcla de habilidades y conocimientos que provienen de la creación, obtención, almacenamiento y difusión del conocimiento. Dicho conocimiento permitirá saber las necesidades de los clientes, cómo mejorar el servicio de atención, cómo optimizar los procesos de producción, resolver problemas, aprovechar nuevas oportunidades de negocio.
DATOS, INFORMACIÓN Y CONOCIMIENTO
El modelo Datos-información-Conocimiento-Tecnología de Newman (1977), el control y monitorización de los procesos producirán sólo datos que al ser analizados mediante técnicas estadísticas, entre otras técnicas, proporcionará información que al ser interpretada por miembros cualificados de la organización darán lugar al conocimiento útil.
La información (cualitativa y cuantitativa) tiene poco valor por sí misma y sólo se convierte en conocimiento cuando es procesada por el cerebro humano.
Según Nonaka (1995) hay dos tipos de conocimiento: el explícito o el que puede ser estructurado, almacenado y distribuido y el tácito o el conocimiento que forma parte de las experiencias de aprendizaje personales de cada individuo y que resulta complicado, no imposible de estructurar, almacenar y distribuir.
El uso de las tecnologías de la información y la comunicación sólo permitirán almacenar y distribuir conocimiento explícito. Gracias a las posibilidades que ofrecen las redes de comunicación, los archivos multimedia y las tecnologías audiovisuales el conocimiento tácito pasa a ser conocimiento explícito. Dicho conocimiento explícito se almacena en bases de datos, bases documentales, intranets, extranets y sistemas de información para ejecutivos.
Del uso de una buena estrategia de gestión se fomentará la creación de redes de colaboración entre personas de la institución y ajenas a ella y podrá elaborarse un mapa de conocimiento al que todos puedan acceder.
Grant (1991) y Schoemaker (1992) proponen el uso adecuado de la información, en especial, del conocimiento como la fuente principal de diferenciación en un mercado cada vez más competitivo y global.
Figura. Ahorita siguen los ambientes en ómnibus, en Lima. 
EL CRITERIO DE LAS POTENCIALIDADES REGIONALES
El criterio de las potencialidades regionales es planteado por Raúl Lizárraga en el marco del Desarrollo Empresarial y Regional: "Frente al criterio de los desastres y carencias congénitas, en vista que ha sido frecuente afrontar los graves retos de revertir la impotencia frente a los círculos viciosos del subdesarrollo, la miseria, la injusticia y el desaprovechamiento de las oportunidades o capacidades, a partir de la identificación de demandas latentes, carencias, conflictos, inorganicidades y prejuicios".

El enfoque clásico para el desarrollo ha ocultado los argumentos que explican esos escenarios malsanos, derivándolos hacia cirugías cosméticas o a tratamientos que solamente responden a emergencias de corto alcance que, por lo mismo, resultan insostenibles en el tiempo.
Así, los programas orientados específicamente a la ruptura del aislamiento físico entre mercados "rural-urbano" (carreteras rurales) sin afrontar los aspectos vinculados a la tecnología, precios, mercados y relaciones de precio, o a la compensación de carencias (suplementos alimentarios escolares, comedores populares) focalizadas en determinados grupos deprimidos, han mostrado ser insuficientes para reanimar la economía y para provocar procesos de desarrollo regional o provincial sostenibles.
En tal sentido, los "gabinetes sociales", los "programas de inversión social" y los "mapas de pobreza", como derroteros pertinaces para resolver la exclusión y para dinamizar las economías locales, constituyen una trampa elusiva con relación a propuestas más decididas e integrales.
Un enfoque alternativo, o por lo menos complementario, pasa primeramente por administrar también variables económicas e institucionales de manera articulada, más allá de las respuestas "sectoriales" o "puntuales" (en términos de grupos sociales, actividades y territorios).
En segundo lugar, pasa por incorporar preferentemente el análisis de las potencialidades y capacidades competitivas tanto del país en su conjunto como de sus territorios locales y regionales. Cruzar el mapa de las iniquidades y miserias con el de las potencialidades es un ejercicio lógico y necesario pero lamentablemente poco aplicado.
La movilización de recursos potenciales, como eje para impulsar el desarrollo nacional y regional, adopta el desarrollo humano sostenible, como paradigma central a través del que la heterogeneidad Física, social, económica y la descentralización y desarrollo local participativo, centralizado en el desarrollo regional, como la movilización de recursos potenciales toma en cuenta las siguientes potencialidades:
Potencialidad humana, considerando al ser humano dentro del complejo sistema humano de la región y de la localidad que incluye el sentido de pertenencia o identidad. Esto es, la gama completa de su capacidad real y potencial adquirida a través de múltiples procesos educativos que comprenden los aspectos cognitivos y valorativos, y que, en suma, son la base de la cultura organizacional a la cual pertenece cada persona.
Potencialidad institucional, que comprende la gama siempre compleja de organizaciones sociales formalizadas o no formalizadas, para llevar a cabo la vasta red de actividades económico-sociales, productivas, comerciales, industriales, artesanales e institucionales en general y que incluye gestión y normatividad legal.
Potencialidad de recursos materiales, económicos y financieros, que se constituyen en la estructura e infraestructura productiva para que se pueda llevar a cabo los procesos económico-social-culturales, sirviendo de apoyo logístico y de soporte administrativo a dichos procesos; y
Potencialidad natural, esto es, los recursos naturales renovables y no renovables, así como el medio ambiente natural y la infraestructura territorial, que en el fondo constituyen los recursos más importantes para el desarrollo humano sostenible de la presente generación y de las generaciones futuras.

Es en base de estas potencialidades naturales, y del capital natural, que se hacen los planteamientos vinculados con el presente estudio acerca de desarrollo humano sostenible y medio ambiente en el Perú.

jueves, 7 de julio de 2016

OMT y Foro de Marcas Renombradas Españolas desarrollan primer prototipo de turismo enológico

Los primeros avances del proyecto se han presentado por primera vez en la feria Alimentaria 2016, que está celebrando estos días en Barcelona su edición número 40. La iniciativa se basa en la metodología de prototipos de la OMT que tiene un enfoque internacional. Cinco de los grandes grupos de bodegas españolas miembros del Foro de Marcas Renombradas Españolas participan en el proyecto.


La Organización Mundial de Turismo (OMT) en colaboración con el Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE) están desarrollando un modelo de promoción de turismo enológico. La iniciativa está basada en un prototipo de turismo enológico en el que participan las bodegas Barbadillo, González & Byass, Grupo Freixenet, Osborne y Pagos del Rey.
Los primeros resultados del prototipo se han presentado en el marco de la feria Alimentaria, que se celebra hasta el 28 de abril en Barcelona. El acto ha contado con la presencia de Eunji Tae, coordinadora técnica de la Red de Conocimiento del Programa de Miembros Afilliados de la OMT,José Luis Bonet, presidente del FMRE, de Freixenet y de Alimentaria, Guillaume Rousseau, consultor del Prototipo de Enoturismo y Rodrigo Burgos, director de Pagos del Rey Museo del Vino (Félix Solís), en representación de las bodegas participantes en el proyecto.

La iniciativa representa un buen ejemplo de colaboración público-privada, como afirmó José Luis Bonet durante su intervención. El objetivo principal de este proyecto es algo tan necesario como difícil de conseguir: la colaboración entre empresas competidoras así como con administraciones públicas e instituciones internacionales para conseguir un beneficio mutuo.
El desarrollo de este proyecto, basado en el modelo de prototipos de la OMT, plantea una innovadora metodología en el abordaje del turismo enológico. La idea pretende ofrecer al viajero una nueva forma de recorrer España y conocer su estilo de vida a través de las bodegas que actúan como centro de interpretación de la zona o región donde están ubicadas.

El equipo de la OMT y las bodegas miembros del Foro de Marcas están trabajando en las zonas o regiones donde las bodegas involucradas en la iniciativa tienen presencia.

¿Qué relación hay entre el medio ambiente y el desarrollo?

El medio ambiente es todo lo que nos rodea. Es el aire que respiramos, el agua que bebemos, la tierra que nutre nuestros alimentos y a todos los seres vivos. El desarrollo es lo que hacemos con esos recursos para mejorar nuestra vida. En todo el mundo hacemos cosas que creemos que mejorarán nuestra vida, pero todo lo que hacemos la altera y altera nuestro entorno.
A veces no nos damos cuenta de cómo estamos vinculados con la Tierra y con las demás personas, pero esos vínculos existen. Los medicamentos que salvan vidas en Alemania pueden depender de las plantas que crecen en los bosques de Costa Rica. La contaminación de los automóviles en Londres o México, D.F., puede afectar al clima en Rabat o Tokio.
Sabemos ya que el dióxido de carbono y otros gases emitidos por las fábricas y los vehículos calientan la atmósfera. Ese aumento de la temperatura puede cambiar el clima en el mundo. Los bosques ayudan a eliminar el dióxido de carbono del aire, pero se están talando para obtener madera o hacer sitio para sembrados.

¿Qué es el desarrollo sostenible?

Significa que el desarrollo debería satisfacer nuestras necesidades actuales sin mermar las posibilidades de que las generaciones futuras satisfagan las suyas. Dicho de otro modo, debemos utilizar nuestros recursos de manera racional.
El desarrollo sostenible requiere que conservemos más y desperdiciemos menos. En los países industrializados, muchas personas consumen más recursos de los que la naturaleza produce. Por ejemplo, una persona en un país muy rico utiliza la misma cantidad de energía que 80 personas en un país muy pobre. El consumo excesivo conduce a la producción de residuos, que contaminan el medio ambiente y agotan los recursos.
La pobreza abrumadora y el aumento de la población suponen, asimismo, una gran presión para el medio ambiente. Cuando se agotan las tierras y los bosques, que proporcionan alimentos, recursos naturales y empleo, la supervivencia de la población resulta más difícil o incluso imposible. Muchas personas emigran a las ciudades y acaban hacinándose en tugurios insalubres y peligrosos.
Si los pobres se ven obligados a destruir el medio ambiente para sobrevivir, todos los países sufrirán las consecuencias.


¿Qué hacen las Naciones Unidas para proteger nuestro entorno?

El mundo natural que nos rodea es frágil y todas las personas, en todas las naciones, deben cuidarlo, respetarlo y conocerlo. La contaminación del aire, las enfermedades transmitidas por el agua, las sustancias químicas nocivas y las catástrofes naturales son sólo algunos de los retos que plantea el medio ambiente para la humanidad.
Las Naciones Unidas desempeñan un papel primordial en la elaboración de medidas internacionales para proteger nuestro entorno y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lidera esos esfuerzos.
Las Naciones Unidas llevan a cabo investigaciones, vigilan la situación del medio ambiente y asesoran a los gobiernos sobre el modo de preservar sus recursos naturales. Y lo que es más importante aún, congregan a los gobiernos para preparar normas internacionales tendientes a resolver algunos problemas ambientales concretos.

Algunas medidas de las Naciones Unidas para proteger el medio ambiente

·     El Protocolo de Kyoto de la Convención sobre el Cambio Climático (1997) tiene por objetivo frenar el calentamiento del planeta. Comenzó a ser jurídicamente obligatorio en 2004. En él se pide a los países que reduzcan los gases de efecto invernadero nocivos en un 5,2% para el año 2012.

·         En la Declaración y el Programa de Acción para el desarrollo sostenible de los pequeños Estados insulares en desarrollo (1994) se solicita a los países que tomen medidas especiales para fomentar el desarrollo socioeconómico de 40 pequeños Estados insulares en desarrollo. Muchas de esas pequeñas islas disponen de recursos muy limitados y no han podido beneficiarse de la globalización.

·         La Convención de lucha contra la desertificación (1994) aspira a resolver los problemas de sobrecultivo, deforestación, pastoreo excesivo y sistemas de riego deficientes. Una cuarta parte de la tierra del planeta está amenazada por la desertificación. Peligra la subsistencia de más de 1.000 millones de personas en más de un centenar de países, ya que está disminuyendo el rendimiento de las tierras para la agricultura y el pastoreo.


·         El Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (1992) trata de proteger y conservar la gran diversidad de la flora y la fauna, imprescindible para la supervivencia del hombre.

martes, 5 de julio de 2016

Ventajas del Buenas Practicas ambientales


La utilización del Código de Buenas Prácticas Ambientales (CBPA) por parte de los municipios españoles ofrece numerosas ventajas:

ü Permite el conocimiento de la situación medioambiental actual del municipio.
ü Mejora el conocimiento del nivel de cumplimiento de la legislación ambiental aplicable al régimen local.
ü Posibilita un mejor comportamiento ambiental y cívico de los ciudadanos, aumentando su sensibilización y concienciación. Aumenta la calidad de vida.
ü Contribuye a la mejora de la imagen de la administración local ante la ciudadanía por su preocupación ante los temas ambientales.
ü Aumenta la participación ciudadana y el tejido asociativo.
ü Minimiza los costes municipales de servicios e infraestructuras municipales gracias al uso eficiente de los recursos y a la buena gestión de los residuos.
ü Permite al Municipio beneficiarse de subvenciones, ayudas o financiaciones autonómicas, estatales o europeas.

Un Código riguroso y adaptable

En la situación actual, estas entidades locales no disponen de una pauta de trabajo que les sirva de modelo para llevar a cabo una Gestión Medioambiental propia. Por ello, se considera que es necesario proporcionar a los municipios una metodología ya establecida que garantice una base científica y un rigor en los métodos. En fin, que proporcione seguridad a los técnicos que han de tomarla como referencia.

Sin embargo, la eficacia no debe estar reñida con el sentido práctico y la aplicabilidad, si no que el CBPA debe servir para todas las Municipalidades, tanto para los que ya han iniciado la planificación de su política ambiental como para los que tienen que empezar de cero. La meta no es la situación actual de cada uno, sino que todas las ciudades alcancen un sistema óptimo de Gestión Ambiental.

En este sentido, el CBPA debe tener en cuenta la variabilidad de competencias y obligaciones municipales, así como otras características tales como la densidad de habitantes, el entorno físico o el económico. Y es que muchas de las problemáticas medioambientales son comunes y compartidas por los diferentes municipios, pero las preocupaciones no serán iguales en un municipio industrial o minero que en uno costero o de Selva o principalmente turístico.

El CBPA consiste básicamente en una guía metodológica que pueden aplicar todo tipo de municipios, y que además unifica los mecanismos para llevar a cabo la gestión medioambiental local de forma que sea comparable. Para ello, el Código de Buenas Prácticas Ambientales (CBPA) fija tres grandes herramientas metodológicas:

a.    Auditoría medioambiental municipal
b.    Plan de Acción Social
c.    Sistema de Gestión Medioambiental según la Norma ISO 14001


Cada uno de ellos debe recoger las mejores prácticas ambientales aplicables; cada una de ellas se contempla por separado y con independencia de los otros dos instrumentos. Es probable que algún Municipio ya haya desarrollado el que debería ser el primero de estos puntos si hablamos en términos cronológicos: la Auditoría medioambiental municipal, que debe aportar el conocimiento de la situación actual de cada municipio. Si no es así, el municipio debe iniciar todas las acciones para elaborar una estrategia global, el paso previo es siempre el de la Auditoría. 

A continuación se expone más detalladamente cada una de estas herramientas.

a.         Auditoría medioambiental municipal

La Auditoría Medioambiental Municipal consiste en un estudio de todos los factores relacionados con el medio ambiente en el seno del término municipal. De esa forma, los técnicos consiguen hacer un diagnóstico fiable sobre cuál es la situación actual del medio ambiente municipal, qué debería mejorarse y cómo debería hacerse. Con ello se consigue:

  • Aportar la suficiente información para poder establecer líneas de actuación viables que permitan el desarrollo sostenible del municipio.
  • Proporcionar una relación de medidas concretas y actuaciones posibles priorizando las más urgentes.
  • Controlar y validar la operatividad y los resultados de las acciones que se lleven a cabo.
La realización de una Auditoría Ambiental requiere de la implicación directa de las autoridades y preferentemente el consenso de las fuerzas políticas representadas. Para facilitar su comprensión, y también su organización, se ha estructurado las auditorías en seis apartados:

1º Diagnosis técnica: Presenta la metodología para realizar un diagnóstico medioambiental municipal basado en el análisis de los factores socioeconómicos, medioambientales y organizativos de cada municipio, y siempre sobre datos contrastados.

2º Diagnosis cualitativa: Actúa como soporte de la diagnosis técnica. Aporta una visión más subjetiva, basada en la opinión de la ciudadanía. Es por ello, un apartado fundamental, especialmente cuando quiere darse relevancia a la participación ciudadana.

3º Plan de Acción Ambiental: Conjunto de estrategias, acciones y propuestas destinadas a solucionar los problemas e incidencias que se hayan detectado en la fase de diagnosis, tanto técnica como cualitativa.

4º. Plan de Seguimiento: Programa de vigilancia y control, basado en una serie de indicadores prefijados. El objetivo es evaluar el grado de mejora ambiental del municipio.

5º Indicadores de Sostenibilidad: Son el soporte básico del Plan de Seguimiento. Pretende que cada Entidad Local establezca indicadores útiles para el control de las mejoras ambientales en el ámbito de cada municipio.

6º Declaración ambiental: Informe que describe sintéticamente la metodología y los procesos que se han seguido en la elaboración de la Auditoria Medioambiental y los resultados obtenidos, con el fin de darlo a conocer a la población.

a.         Plan de Acción Social

Con el Plan de Acción Social se favorece la participación de la ciudadanía, de una forma organizada, en los procesos de Gestión del Medio Ambiente Municipal. Junto con la Auditoría, es la herramienta fundamental para la aplicación de la Agenda 21. Con él se consigue:

  • Crear y aplicar herramientas de participación que ayuden a la implantación eficaz del Plan de Acción Ambiental que ha de llevar al desarrollo sostenible del municipio.
  • Establecer vínculos entre la administración local y la ciudadanía para facilitar la toma de decisiones.
  • Implicar y concienciar a los ciudadanos y otros agentes sociales en el desarrollo sostenible.
  • Crear un sistema de información y comunicación sobre aspectos medioambientales del municipio.
  • Formar e informar sobre temas medioambientales a la ciudadanía y a los empleados de la administración local.
a.    Sistema de Gestión Medioambiental según la Norma ISO 14001

La implantar un Sistema de Gestión Medioambiental  según la Norma ISO 14001 es un paso más en el desarrollo técnico de las acciones medioambientales locales. Supone un compromiso y una responsabilidad mayores, pero también un mayor prestigio para promocionar el municipio.

La ISO 14001 es una Norma Internacional que especifica los requisitos para que un sistema de gestión medioambiental capacite a una entidad local para:

  • Establecer una política medioambiental adecuada y documentar en Manuales de Gestión y de Procedimientos la descripción completa del proceso.
  • Identificar los aspectos medioambientales significativos y los posibles impactos sobre el medio ambiente.
  • Identificar los requisitos legales y reglamentarios aplicables.
  • Establecer programas para alcanzar unos objetivos- y metas medioambientales.
  • Planificar el control, seguimiento y auditorías para asegurar su cumplimiento y que el sistema sea el apropiado en cada momento.
  • Poder adaptarse a circunstancias cambiantes.



a. Para la elaboración del CBPA

Primero, se deben crear equipos técnicos en las Entidades Locales para la realización de las diagnosis medioambientales municipales, y sobre la base de estas se deben crear la primera versión del Código de Buenas prácticas Ambientales Estos pasos han constituido las tres primeras fases del proyecto, pero este se completa con dos fases adicionales:

b.   Preparación del equipo y de la metodología de trabajo

En cada municipio en la primera etapa del proyecto, se asigna a un responsable político que realice el seguimiento y tome las decisiones para la realización del proyecto. A estos responsables se les asigna un equipo técnico de trabajo, formado, también, en esta etapa.

En esta fase se presenta el Plan de Tareas, con las etapas y objetivos del proyecto, a los principales responsables municipales, se establece una metodología de trabajo común y se fija el sistema de coordinación entre todos los actores participantes en el proyecto.

c.    Auditoría Ambiental

Elaboración de un instrumento metodológico que sirva de modelo de diagnóstico medioambiental, a través de su determinación en cada Municipalidad. Éste instrumento pretende ser adaptable a todo tipo de entidades locales, por ello los se tienen perfiles muy diferentes.

En la elaboración del diagnóstico, el primer paso es la recogida de datos, para ello se establecen los ámbitos de estudio y los instrumentos metodológicos necesarios. A partir de esta información se realiza el análisis y diagnóstico de la situación medioambiental de cada municipio, y, finalmente, se presentan los resultados a los representantes municipales, tanto técnicos como políticos.

d. Creación del código de buenas prácticas ambientales

En esta tercera fase se recoge el núcleo de todo el proyecto, la elaboración del Código de Buenas Prácticas Ambientales (CBPA). Un documento que ya desde los trabajos previos se basa en dos grandes pilares: ser aplicable a todos los municipios, y que recoja la experiencia práctica y teórica realizada dentro y fuera del País.

Así, el texto desarrolla los tres documentos básicos de los que ya hemos hablado: Auditoría Medioambiental Municipal; Plan de Acción Social; y, del Sistema de Gestión Medioambiental según las normas ISO 14000. El documento elaborado en esta fase es una primera versión del Código de BPA, destacando su carácter técnico y documental. Se basa en la experiencia recogida en la fase anterior, así como en las bases de datos existentes y en las mejores prácticas publicadas.

Como sucede a lo largo de todo el proyecto, el contacto con la ciudadanía, las asociaciones, y el sector empresarial debe ser permanente. Es muy importante que todos ellos estén informados de la evolución del programa.

e. Revisión del código de buenas prácticas ambientales
La celebración de las Jornadas Técnicas en nuestro país pretende llevar al análisis del Código y al intercambio de experiencias entre todas las Administraciones reunidas. A partir de aquí, los municipios implicados valorarán los contenidos del Código BPA e incorporarán las mejores prácticas. El objetivo sigue siendo validar el Código de manera que cada uno de los tres apartados del documento sea útil como parte de un modelo normalizado de gestión medioambiental.

f. Configuración definitiva del código de buenas prácticas ambientales

Constituye la última fase del Programa. A lo largo de tres meses, en promedio, se establece el Código de BPA definitivo con las incorporaciones extraídas de la fase anterior. El Código se corrige basándose en las experiencias de los técnicos de la municipalidad.

Finalmente, el Código de Buenas Prácticas Ambientales se publica en formato libro, con un diseño lo más claro posible e incorporando elementos gráficos como cuadros, listados o ayudas que haga más dinámica su consulta. Igualmente, el Código se presenta también en formato CD- Rom, como un sistema práctico auxiliar de trabajo que permita la interacción de los técnicos ambientales con los distintos apartados de la guía.

lunes, 4 de julio de 2016

LAS MUNICIPALIDADES COMO ÓRGANOS FUNDAMENTALES PARA EL MEDIO AMBIENTE


 El papel de las Municipalidades en la gestión ambiental es cada vez más importante. Son las entidades locales las que están más cerca de los ciudadanos, y por supuesto, las que mejor conocen su entorno. Así lo reconocen los principales tratados internacionales y europeos. 

Especialmente, la cumbre de Río de 1992 incidió en el papel fundamental que tienen las administraciones locales en la protección de su medio ambiente. El plan de Acción de la denominada Agenda 21 lo expresaba así:

“A causa de que muchos de los problemas y soluciones contemplados en la Agenda 21 local tienen sus raíces en el seno de las actividades locales, la participación y cooperación de las autoridades locales será un factor determinante a la hora de satisfacer sus objetivos. Las autoridades locales construyen y mantienen infraestructuras económicas, sociales y ambientales, dirigen procesos de planificación, establecen políticas y regulaciones ambientales, y asisten a la ejecución de políticas ambientales a nivel nacional y supranacional. Como es el más cercano a los ciudadanos, el gobierno local juega un papel muy importante educando, movilizando y respondiendo al público para promover el desarrollo sostenible.”

Pero no sólo la Sociedad Internacional, destaca la importancia de las Municipalidades, donde dejan en claro sobre la tarea a la hora de mantener los ecosistemas, en la que se señala que: “En particular a la hora de asegurar la sostenibilidad del desarrollo mediante el ejercicio de sus funciones reglamentarias como “autoridades competentes”, según las Directivas y Regulaciones existentes y dentro del contexto de una aplicación práctica del principio de sostenibilidad”

No obstante, se comprende que los gobiernos locales tienen una capacidad económica limitada, y que no se puede hacer recaer toda la responsabilidad en ellos, teniendo en  cuenta que el propósito para la Política Comunitaria debe ser animar a las autoridades locales a afrontar el reto que suponen hoy los problemas ambientales en muchas ciudades y pueblos, y ayudarles a encontrar la mejorar manera de hacerlo.

La realidad, es que desde hoy en los próximos años serán de gran actividad para las áreas de medio ambiente de los Municipios, quienes deben de desarrollar a fondo una política que hasta ahora estaba todavía está en sus inicios, me refiero a la Política ambiental. Y lo tendrán que hacer intensamente, un gran cambio en poco espacio de tiempo.

Localmente, la actividad gubernamental de protección al ambiente debería ser estructurada de acuerdo con la escala y naturaleza de las ciudades así como con sus problemas. La diversidad de situaciones es un factor altamente relevante; por lo tanto, no es posible proporcionar un modelo institucional común para la acción de protección ambiental con respecto a las autoridades locales. 

Lo cierto es que existen actividades comunes en todas ciudades que se pueden enlistar las mismas que, en menor o mayor grado. Tales acciones están asociadas con:

ü Áreas verdes en ciudades. Plazas, parques, plantación de árboles en caminos públicos y en espacios privados abiertos;
ü Control ambiental. De la contaminación industrial, vehicular y doméstica; los ruidos; la estética; la fauna; la flora; la tierra rural y los bosques nativos en la periferia de las ciudades; la minería; las impactantes obras públicas;
ü Educación ambiental. Formal (en la escuela) e informal, por medio de actos y proyectos de participación de la población;
ü Planeación ambiental. Estas acciones conciernen con la planeación, el seguimiento y la coordinación.
ü  
También puede llevarse actividades relativas a limpieza pública, control de zoonosis, salud ocupacional y defensa civil.

Desde el punto de vista estructural, es importante que los mecanismos de asesoría ambiental sean creadas en los Gobiernos Locales o en entidades descentralizadas de los Gobiernos Regionales, particularmente aquellas cuyas actividades son potencialmente impactantes en el ambiente urbano. Estas oficinas de asesoría deberían estar estrechamente relacionadas con la Secretaría Municipal para el Ambiente, tener un lugar en el Consejo Municipal (Cabildo), en comités técnicos temporales  o permanentes.

Los programas para calificación, entrenamiento, intercambio, etc., deberían ser extendidos a las oficinas de asesoría técnica mencionadas antes, acorde con el concepto de integración horizontal. Este concepto es la llave para el éxito del proceso de cambio conductual en favor del ambiente, el cual debe hacerse en la administración. Este cambio de conducta colectiva es el aval para los cambios cualitativos en la administración.

Figura. Plaza de Lima.

Planeación con acción local -reglamentos y zonificación- manejo para implantar planes, programas y proyectos

a.   Planeación con acción local

La acción local es extremadamente intensa debido a la presión ejercida por los ciudadanos sobre la Oficina de la Autoridad Municipal. Esta situación tiende a estructurar la administración como un manejo patronal el cual, si no está asociado con un proceso de planeación participativa que pueda facilitar la apertura para propuestas creativas, finalmente hará que las ciudades pierdan sus características, destruyendo su memoria arquitectónica y cultural y haciéndolas homogéneas hasta que todas ellas acaben pareciéndose entre sí.

El concepto de Ambiente Urbano, incorpora estructuras hechas por el hombre (edificios, distritos, etc.) y los elementos naturales modificados (canales, plantación de árboles en áreas públicas, etc.) dentro de los ecosistemas remanentes en los sitios primitivos de la ciudad.

Esto da origen al concepto de “Impacto Periférico”, que en unión con el concepto reconocido como “Impacto Ambiental”, actúan como herramientas de manejo para la política ambiental local.

Los estudios sobre impacto periférico se aplican a proyectos de tamaño medio, ya que no sería suficiente por sí misma una licencia de evaluación del coeficiente tradicional de uso de tierra y ocupación. Sería necesario evaluar la capacidad de su infraestructura en términos de carreteras, sanidad, drenaje, telecomunicaciones, electricidad, así como los recursos ambientales de las áreas periféricas, que incluyen las plazas, los parques, el aire y los ruidos entre otros.

La evaluación del impacto ambiental, como obliga la legislación en la mayoría de los países, se vuelve aplicable sólo en los grandes proyectos, tales como los extensos complejos de carreteras, las unidades de disposición final de basura, las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Los reportes de los estudios de impacto periférico (RIVI) e impacto ambiental (RIMA), son herramientas esenciales para el proceso de expedición de licencias ambientales y su análisis y discusión no debería efectuarse sin audiencias públicas.

La planeación con la acción local, una actividad ya establecida en la administración pública desde hace algunos años, tiene incorporado un nuevo elemento: el componente ambiental y su concepto más expresivo, el desarrollo sustentable.

Así, la unidad de planeación municipal tiene ahora un foro auxiliar destacado, el Consejo Municipal para el Ambiente, que es un foro para la generación de políticas ambientales públicas. Desde un punto de vista operativo, deberíamos estar seguros de prevenir la ocurrencia de cualquier conflicto de competencia, derivado de diferentes y aún algunas veces, conflictivas culturas corporativas. 

El administrador debería asegurar que sea establecida una atmósfera de cooperación mutua, ya que la ciudad tiene mucho que ganar cuando sus líderes aseguran la cooperación entre las unidades administrativas que se sobreponen e interactúan.

b.    Reglamentos y zonificación

La Ciudad, así como el Estado, deberían tener sus Reglamentos Ambientales a tono con las políticas ambientales públicas. Los reglamentos son herramientas de manejo, porque particularmente imparten a las “autoridades ambientales locales” una configuración legal. De esa manera, estas autoridades pueden ejercer el “poder administrativo policiaco” al aplicar castigos (multas, arrestos, clausura de actividades contaminantes y otros.)

Un Reglamento Municipal para el Ambiente puede contener, entre otros, los siguientes puntos:

§   Reglas Generales del “Sistema Municipal para el Ambiente”;
§   Política Ambiental Municipal;
§   Herramientas para esa política;
§   Control de Calidad del Ambiente; e
§   Inspección, Control, Seguimiento y Auditoría s Ambientales.

La Zonificación es otro instrumento de manejo municipal que ha incorporado parámetros dentro del diseño, para configurar la ciudad.

Las fuentes de agua deberían ser preservadas de la ocupación intensiva, ya que proveen a la ciudad con un recurso vital: el agua.

Debido a que la mayoría de las fuentes de agua están ubicadas cerca de la ciudad, los conflictos ocurren a menudo entre la necesidad de preservar la fuente de agua de la ocupación urbana y la presión para usarla con este propósito. Esta presión tiende a ser más intensa cuando la fuente de agua se encuentra en el eje de un importante vector de desarrollo espontáneo, tal como la conexión de la ciudad con las carreteras en la región.

Código de Buenas Prácticas Ambientales (CBPA)

Es una herramienta de gestión práctica y normalizada para los municipios, en el cual, se recogen un conjunto de buenas prácticas, iniciativas y experiencias para la gestión ambiental municipal, por lo que el Código de Buenas Prácticas pretende ser una guía para planificar y realizar proyectos de medio ambiente que deberán poner en marcha las políticas medioambientales municipales. Este documento es un punto de apoyo para conocer qué acciones pueden emprenderse.


El contenido del CBPA hace que su denominación como “Código” pueda entenderse también como “Manual o Guía metodológica”; pero se le  considera el término Código por ser un conjunto de reglas, preceptos, definiciones y metodologías sobre aspectos ambientales, para este caso.