miércoles, 3 de agosto de 2016

Concienciación medioambiental

Antes de la revolución industrial
Durante muchos miles de años el hombre fue cazador y recolector y su impacto sobre la naturaleza fue pequeño. Con el comienzo de la agricultura hace unos 10 000 años comenzó la tala de bosques, no sólo para obtener tierras de cultivo, sino también como combustible y para la construcción de poblados. Así se multiplicó la acción del hombre sobre el ambiente y grandes extensiones -prácticamente todo el continente en el caso de Europa- han perdido su cobertura de bosques original.
Ya Platón, en el siglo V antes de Cristo, escribía:
"Lo que ahora queda, comparado con lo que existió entonces, es como el esqueleto de un hombre enfermo. De toda la tierra gorda y suave, tras ser devastada, queda solo el desnudo esqueleto… Hay algunas montañas que ahora no tienen más que comida para las abejas, pero no hace mucho tiempo estuvieron llenas de árboles …"

A lo largo de la Edad Media y Moderna hay noticias sueltas que indican problemas de contaminación . La creciente demanda de madera para la construcción de barcos y para la fabricación de carbón vegetal extendió la deforestación en España y otros países de Europa y ya en el siglo XVII se empezaron políticas de reforestación y conservación de los bosques, aunque muy limitadas y sin repercusión práctica real.

Los cazaderos de reyes y nobles y los lugares de recreo han sido lugares especialmente protegidos a lo largo de los siglos y se han conservado de forma excepcional. Así, en España, los llamados Reales Sitios, como el Monte del Pardo, en las proximidades de Madrid, o los Montes de Valsaín en Segovia, son un buen ejemplo de espacios naturales preservados de esta manera.

La revolución industrial y el siglo XIX. El conservacionismo.
El siglo XIX marca un cambio radical en la explotación de los recursos naturales. La invención de la máquina de vapor, de la electricidad y de diversas industrias químicas revolucionan la vida de los países más adelantados. La explotación de carbón se multiplicó por 46 veces y a mediados de siglo se comenzó el uso del petróleo. 

En la segunda mitad del siglo se formaron varias sociedades, sobre todo en los países anglosajones, cuya finalidad era la protección de edificios históricos, espacios naturales de especial belleza, etc. Son las llamadas "sociedades conservacionistas". En 1864, se creó, en Estados Unidos, el primer parque nacional del mundo, el de Yosemite y en 1872 el de Yellowstone

A finales de siglo se aprobaron varias leyes de control de humos y de emisiones de las fábricas químicas de lejías en Inglaterra y otros países industrializados. También se promulgaron otras que prohibían la creciente contaminación de fuentes y ríos. Eran legislaciones muy primitivas ya que no especificaban las cantidades de contaminantes prohibidos, pero señalan el comienzo de una sensibilidad creciente ante estos temas.

En España, las masas forestales reciben un tratamiento especial a lo largo del siglo XIX, creándose el Catálogo de Montes de Utilidad Pública, que ha tenido gran repercusión en la conservación de algunos bosques.

Primera mitad del siglo XX
Las sociedades conservacionistas siguieron siendo muy activas. En España se aprobó en 1916 la Ley de Parques Nacionales y se crearon en 1918 los dos primeros: los de Ordesa, en el Pirineo de Huesca, y el de Covadonga, en Asturias. 

La ecología se desarrolla en estos decenios, adquiriendo categoría de ciencia.
En Norteamérica las nuevas prácticas agrícolas, junto a unas duras condiciones climatológicas, provocaron una espectacular erosión en las grandes llanuras con la formación de grandes tormentas de polvo que obligaron a abandonar muchas fincas por la pérdida de suelo que se produjo.

Segunda mitad del siglo XX
Al terminar la Segunda Guerra Mundial se dio un fuerte impulso a la creación de Parques Naturales en todo el mundo. 

En la década de los sesenta y setenta el movimiento ambientalista empezó a despertar, para adquirir especial fuerza en los ochenta. En estos años se formaron grupos de notable influencia política - los "verdes"- y los grupos ecologistas tuvieron un aumento espectacular en el número de socios y en los ingresos económicos. 

En estos años se han multiplicado la legislación, el empleo de lo verde como calificativo del consumo, de la publicidad, de la industria, etc., los informes, las declaraciones y los acuerdos medioambientales. Miles de leyes y de páginas escritas sobre estos temas indican la importancia que ha adquirido. En los planes de estudio de los distintos niveles de enseñanza se van incluyendo también, aceleradamente, temas ambientales y la educación se ve como una de las herramientas fundamentales para aumentar la concienciación en este campo. 

Gestión medioambiental en las empresas
La gran mayoría de las empresas reconocen hoy día que tienen que tener una preocupación eficaz por el ambiente. Unas veces por convencimiento propio y otras por la presión de la opinión pública o de la legislación, las actividades industriales y empresariales se ven obligadas a incorporar tecnologías limpias y a poner medios para evitar el deterioro del ambiente. 

En los últimos años ha aumentado el número de empresas que se ponen objetivos o tienen programas en cuestiones de medioambiente. La finalidad, en bastantes casos, no es solo cumplir con la legislación ambiental sino colaborar en la mejora de la situación.

Sistema de gestión medioambiental (SGMA)

Se conoce con este nombre al sistema de gestión que sigue una empresa para conseguir unos objetivos medioambientales. La empresa que implanta un SGMA se compromete a fijarse objetivos que mejoran el medioambiente, a poner en marcha procedimientos para conseguir esos objetivos y a controlar que el plan está siendo cumplido.
Los principales objetivos de un sistema de este tipo son: 
  • Garantizar el cumplimiento de la legislación medioambiental
  • Identificar y prevenir los efectos negativos que la actividad de la empresa produce sobre el ambiente y analizar los riesgos que pueden llegar a la empresa como consecuencia de impactos ambientales accidentales que pueda producir. Por ejemplo, una industria química que produce un determinado tipo de vertidos debe conocer el impacto que está teniendo sobre el ambiente con su actividad normal, pero también tiene que prever que riesgos se pueden derivar de posibles accidentes como puede ser el caso de la rotura de un depósito, un incendio o similares.
  • Concretar la manera de trabajar que se debe seguir en esa empresa para alcanzar los objetivos que se han propuesto en cuestiones ambientales.
  • Fijar el personal, el dinero y otros recursos que la empresa tendrá que dedicar para sacar adelante este sistema, asegurándose de que van a funcionar adecuadamente cuando se necesiten, por ejemplo, en caso de un accidente de los que comentábamos antes.
Instrumentos para un sistema de gestión medioambiental

Los instrumentos más habitualmente usados son: 
  • La investigación, la educación, la planificación y otros planteamientos generales.
  • Evaluación del Impacto Ambiental.
  • Etiquetado ecológico que está directamente relacionado con el Análisis del Ciclo de Vida del producto, como veremos.
  • Auditoría de medio ambiente, muy relacionada con la obtención de Certificaciones como la ISO 14 000 u otras similares.

Las actividades que las empresas hacen para poner en marcha un buen sistema de gestión medioambiental tienen como finalidad prevenir y corregir. Prevenir es más eficaz que corregir. Es especialmente necesario cuando se está pensando en poner en marcha una nueva industria, la construcción de una carretera u otra obra pública, o cuando se piensa introducir una modificación en lo que ya se tiene. En estos casos es mucho más eficaz y barato prever lo que puede causar problemas y solucionarlo antes, que intentar corregirlo cuando ya se está con la actividad en marcha. 
Impacto ambiental

Es la alteración que se produce en el ambiente cuando se lleva a cabo un proyecto o una actividad. Las obras públicas como la construcción de una carretera, un pantano o un puerto deportivo; las ciudades; las industrias; una zona de recreo para pasear por el campo o hacer escalada; una granja o un campo de cultivo; cualquier actividad de estas tiene un impacto sobre el medio.
La alteración no siempre es negativa. Puede ser favorable o desfavorable para el medio.
En los impactos ambientales hay que tener en cuenta: 
  • signo: si es positivo y sirve para mejorar el medio ambiente o si es negativo y degrada la zona
  • intensidad: según la destrucción del ambiente sea total, alta, media o baja;
  • extensión: según afecte a un lugar muy concreto y se llama puntual, o a una zona algo mayor -parcial-, o a una gran parte del medio -impacto extremo- o a todo -total-. Hay impactos de ubicación crítica: como puede ser un vertido en un río poco antes de una toma de agua para consumo humano: será un impacto puntual, pero en un lugar crítico;
  • el momento en que se manifiesta y así distinguimos impacto latente que se manifiesta al cabo del tiempo, como puede ser el caso de la contaminación de un suelo como consecuencia de que se vayan acumulando pesticidas u otros productos químicos, poco a poco, en ese lugar. Otros impactos son inmediatos o a corto plazo y algunos son críticos como puede ser ruido por la noche, cerca de un hospital;
  • persistencia. Se dice que es fugaz si dura menos de 1 año; si dura de 1 a 3 años es temporal y pertinaz si dura de 4 a diez años. Si es para siempre sería permanente;
  • recuperación. Según sea más o menos fácil de reparar distinguimos irrecuperables, reversibles, mitigables, recuperables, etc. 
  • suma de efectos: A veces la alteración final causada por un conjunto de impactos es mayor que la suma de todos los individuales y se habla de efecto sinérgico. Así, por ejemplo dos carreteras de montaña, pueden tener cada una su impacto, pero si luego se hace un tercer tramo que, aunque sea corto, une las dos y sirve para enlazar dos zonas antes alejadas, el efecto conjunto puede ser que aumente mucho el tráfico por el conjunto de las tres. Eso sería un efecto sinérgico;
  • periodicidad. Distinguimos si el impacto es continuo como una cantera, por ejemplo; o discontinuo como una industria que, de vez en cuando, desprende sustancias contaminantes o periódico o irregular como los incendios forestales;
Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)
Antes de empezar determinadas obras públicas o proyectos o actividades que pueden producir impactos importantes en el ambiente, la legislación obliga a hacer una Evaluación del Impacto Ambiental que producirán si se llevan a cabo. La finalidad de la EIA es identificar, predecir e interpretar los impactos que esa actividad producirá si es ejecutada. Los pasos a dar para hacer una EIA son:

Estudio de Impacto Ambiental (EsIA).- Para hacer una EIA primero hace falta un Estudio de Impacto Ambiental que es el documento que hacen los técnicos identificando los impactos, la posibilidad de corregirlos, los efectos que producirán, etc. Debe ser lo más objetivo posible, sin interpretaciones ni valoraciones, sino recogiendo datos. Es un estudio multidisciplinar por lo que tiene que fijarse en como afectará al clima, suelo, agua; conocer la naturaleza que se va a ver afectada: plantas, animales, ecosistemas; los valores culturales o históricos, etc.; analizar la legislación que afecta al proyecto; ver como afectará a las actividades humanas: agricultura, vistas, empleo, calidad de vida, etc.

Declaración de Impacto Ambiental (DIA).- La Declaración de Impacto Ambiental la hacen los organismos o autoridades medioambientales a las que corresponde el tema después de analizar el Estudio de Impacto Ambiental y las alegaciones, objeciones o comentarios que el público en general o las instituciones consultadas hayan hecho. La base para la DIA es el Estudio técnico, pero ese estudio debe estar disponible durante un tiempo de consulta pública para que toda persona o institución interesada lo conozca y presente al organismo correspondiente sus objeciones o comentarios, si lo desea. Después, con todo este material decide la conveniencia o no de hacer la actividad estudiada y determina las condiciones y medidas que se deben tomar para proteger adecuadamente el ambiente y los recursos naturales.

Tipos de Evaluaciones de Impacto Ambiental.- La legislación pide estudios más o menos detallados según sea la actividad que se va a realizar. No es lo mismo la instalación de un bar que una pequeña empresa o un gran embalse o una central nuclear. Por eso se distinguen: 
  • Informes medioambientales que se unen a los proyectos y son simplemente indicadores de la incidencia ambiental con las medidas correctoras que se podrían tomar.
  • Evaluación preliminar que incorpora una primera valoración de impactos que sirve para decidir si es necesaria una valoración más detallada de los impactos de esa actividad o es suficiente con este estudio más superficial;
  • Evaluación simplificada que es un estudio de profundidad media sobre los impactos ambientales
Evaluación detallada en la que se profundiza porque la actividad que se está estudiando es de gran envergadura.
Metodologías de Evaluación del Impacto Ambiental
Un Estudio de Impacto Ambiental analiza un sistema complejo, con muchos factores distintos y con fenómenos que son muy difíciles de cuantificar. ¿Cómo fijar objetivamente el impacto que una presa tiene sobre las aves o sobre el paisaje? O ¿Cómo concretar en números el impacto de una carretera que pasa por un monumento histórico o por un ecosistema de especial interés?. Para hacer estos estudios hay varios métodos y se usan unos u otros según la actividad de que se trate, el organismo que las haga o el que las exija.

Como ejemplo de uno de los métodos que se emplean en estos trabajos analizamos la llamada "matriz de Leopold" que fue el primer método utilizado para hacer estos estudios, en 1971, por el Servicio Geológico de los Estados Unidos.

Este sistema utiliza un cuadro de doble entrada (matriz). En las columnas pone las acciones humanas que pueden alterar el sistema y en las filas las características del medio que pueden ser alteradas. En el original hay 100 acciones y 88 factores ambientales, aunque no todos se utilizan en todos los casos. 

Cuando se comienza el estudio se tiene la matriz sin rellenar las cuadrículas. Se va mirando una a una las cuadrículas situadas bajo cada acción propuesta y se ve si puede causar impacto en el factor ambiental correspondiente. Si es así, se hace una diagonal. Cuando se ha completado la matriz se vuelve a cada una de las cuadrículas con diagonal y se pone a la izquierda un número de 1 a 10 que indica la magnitud del impacto. 10 la máxima y 1 la mínima (el 0 no vale). Con un + si el impacto es positivo y - si negativo. En la parte inferior derecha se califica de 1 a 10 la importancia del impacto, es decir si es regional o solo local, etc. 
Las sumas de columnas y filas permiten hacer posteriormente los comentarios que acompañan al estudio.

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