El objetivo de este tema es
reflexionar sobre la importancia que tiene la gestión del conocimiento en las
organizaciones, las cuales deben tener dentro de su visión la generación de
ventajas competitivas mediante el conocimiento, el capital intelectual y los
activos intangibles.
La gestión del conocimiento implica
una relación con la nueva economía y la sociedad de la información. Es por ello
que debe integrarse la gestión del conocimiento en la política de recursos
humanos de las organizaciones modernas a fin de crear y almacenar conocimiento
para su posterior distribución y uso.
Ésta será la ventaja competitiva, el
valor añadido que una empresa ha de crear para sus clientes: proponiendo el uso
adecuado de la información, del conocimiento como fuente de diferenciación en
un mercado cada vez más competitivo y global.
Los recursos tangibles de la
organización tales como capital, mano de obra han de ser reemplazados por los
recursos intangibles o capacidades, mezcla de habilidades y conocimientos que
provienen de la creación, obtención, almacenamiento y difusión del
conocimiento. Dicho conocimiento permitirá saber las necesidades de los
clientes, cómo mejorar el servicio de atención, cómo optimizar los procesos de
producción, resolver problemas, aprovechar nuevas oportunidades de negocio.
DATOS, INFORMACIÓN Y CONOCIMIENTO
El modelo
Datos-información-Conocimiento-Tecnología de Newman (1977), el control y
monitorización de los procesos producirán sólo datos que al ser analizados
mediante técnicas estadísticas, entre otras técnicas, proporcionará información
que al ser interpretada por miembros cualificados de la organización darán
lugar al conocimiento útil.
La información (cualitativa y
cuantitativa) tiene poco valor por sí misma y sólo se convierte en conocimiento
cuando es procesada por el cerebro humano.
Según Nonaka (1995) hay dos tipos de
conocimiento: el explícito o el que puede ser estructurado, almacenado y
distribuido y el tácito o el conocimiento que forma parte de las experiencias
de aprendizaje personales de cada individuo y que resulta complicado, no
imposible de estructurar, almacenar y distribuir.
El uso de las tecnologías de la
información y la comunicación sólo permitirán almacenar y distribuir
conocimiento explícito. Gracias a las posibilidades que ofrecen las redes de comunicación,
los archivos multimedia y las tecnologías audiovisuales el conocimiento tácito
pasa a ser conocimiento explícito. Dicho conocimiento explícito se almacena en
bases de datos, bases documentales, intranets, extranets y sistemas de
información para ejecutivos.
Del uso de una buena estrategia de
gestión se fomentará la creación de redes de colaboración entre personas de la
institución y ajenas a ella y podrá elaborarse un mapa de conocimiento al que
todos puedan acceder.
Grant (1991) y Schoemaker (1992)
proponen el uso adecuado de la información, en especial, del conocimiento como
la fuente principal de diferenciación en un mercado cada vez más competitivo y
global.
Figura. Ahorita siguen los ambientes en ómnibus, en Lima.
EL CRITERIO DE LAS POTENCIALIDADES
REGIONALES
El criterio de las potencialidades regionales
es planteado por Raúl Lizárraga en el marco del Desarrollo Empresarial y
Regional: "Frente al criterio de los desastres y carencias congénitas, en
vista que ha sido frecuente afrontar los graves retos de revertir la impotencia
frente a los círculos viciosos del subdesarrollo, la miseria, la injusticia y
el desaprovechamiento de las oportunidades o capacidades, a partir de la
identificación de demandas latentes, carencias, conflictos, inorganicidades y
prejuicios".
El enfoque clásico para el desarrollo ha ocultado los argumentos que explican esos escenarios malsanos, derivándolos hacia cirugías cosméticas o a tratamientos que solamente responden a emergencias de corto alcance que, por lo mismo, resultan insostenibles en el tiempo.
El enfoque clásico para el desarrollo ha ocultado los argumentos que explican esos escenarios malsanos, derivándolos hacia cirugías cosméticas o a tratamientos que solamente responden a emergencias de corto alcance que, por lo mismo, resultan insostenibles en el tiempo.
Así, los programas orientados
específicamente a la ruptura del aislamiento físico entre mercados
"rural-urbano" (carreteras rurales) sin afrontar los aspectos
vinculados a la tecnología, precios, mercados y relaciones de precio, o a la
compensación de carencias (suplementos alimentarios escolares, comedores
populares) focalizadas en determinados grupos deprimidos, han mostrado ser
insuficientes para reanimar la economía y para provocar procesos de desarrollo
regional o provincial sostenibles.
En tal sentido, los "gabinetes sociales",
los "programas de inversión social" y los "mapas de
pobreza", como derroteros pertinaces para resolver la exclusión y para
dinamizar las economías locales, constituyen una trampa elusiva con relación a
propuestas más decididas e integrales.
Un enfoque alternativo, o por lo menos
complementario, pasa primeramente por administrar también variables económicas
e institucionales de manera articulada, más allá de las respuestas
"sectoriales" o "puntuales" (en términos de grupos sociales,
actividades y territorios).
En segundo lugar, pasa por incorporar
preferentemente el análisis de las potencialidades y capacidades competitivas
tanto del país en su conjunto como de sus territorios locales y regionales.
Cruzar el mapa de las iniquidades y miserias con el de las potencialidades es
un ejercicio lógico y necesario pero lamentablemente poco aplicado.
La movilización de recursos
potenciales, como eje para impulsar el desarrollo nacional y regional, adopta
el desarrollo humano sostenible, como paradigma central a través del que la
heterogeneidad Física, social, económica y la descentralización y desarrollo
local participativo, centralizado en el desarrollo regional, como la
movilización de recursos potenciales toma en cuenta las siguientes
potencialidades:
Potencialidad humana, considerando al
ser humano dentro del complejo sistema humano de la región y de la localidad
que incluye el sentido de pertenencia o identidad. Esto es, la gama completa de
su capacidad real y potencial adquirida a través de múltiples procesos
educativos que comprenden los aspectos cognitivos y valorativos, y que, en
suma, son la base de la cultura organizacional a la cual pertenece cada
persona.
Potencialidad institucional, que
comprende la gama siempre compleja de organizaciones sociales formalizadas o no
formalizadas, para llevar a cabo la vasta red de actividades
económico-sociales, productivas, comerciales, industriales, artesanales e
institucionales en general y que incluye gestión y normatividad legal.
Potencialidad de recursos materiales,
económicos y financieros, que se constituyen en la estructura e infraestructura
productiva para que se pueda llevar a cabo los procesos
económico-social-culturales, sirviendo de apoyo logístico y de soporte
administrativo a dichos procesos; y
Potencialidad natural, esto es, los
recursos naturales renovables y no renovables, así como el medio ambiente
natural y la infraestructura territorial, que en el fondo constituyen los
recursos más importantes para el desarrollo humano sostenible de la presente generación
y de las generaciones futuras.
Es en base de estas potencialidades
naturales, y del capital natural, que se hacen los planteamientos vinculados
con el presente estudio acerca de desarrollo humano sostenible y medio ambiente
en el Perú.
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