martes, 5 de julio de 2016

Ventajas del Buenas Practicas ambientales


La utilización del Código de Buenas Prácticas Ambientales (CBPA) por parte de los municipios españoles ofrece numerosas ventajas:

ü Permite el conocimiento de la situación medioambiental actual del municipio.
ü Mejora el conocimiento del nivel de cumplimiento de la legislación ambiental aplicable al régimen local.
ü Posibilita un mejor comportamiento ambiental y cívico de los ciudadanos, aumentando su sensibilización y concienciación. Aumenta la calidad de vida.
ü Contribuye a la mejora de la imagen de la administración local ante la ciudadanía por su preocupación ante los temas ambientales.
ü Aumenta la participación ciudadana y el tejido asociativo.
ü Minimiza los costes municipales de servicios e infraestructuras municipales gracias al uso eficiente de los recursos y a la buena gestión de los residuos.
ü Permite al Municipio beneficiarse de subvenciones, ayudas o financiaciones autonómicas, estatales o europeas.

Un Código riguroso y adaptable

En la situación actual, estas entidades locales no disponen de una pauta de trabajo que les sirva de modelo para llevar a cabo una Gestión Medioambiental propia. Por ello, se considera que es necesario proporcionar a los municipios una metodología ya establecida que garantice una base científica y un rigor en los métodos. En fin, que proporcione seguridad a los técnicos que han de tomarla como referencia.

Sin embargo, la eficacia no debe estar reñida con el sentido práctico y la aplicabilidad, si no que el CBPA debe servir para todas las Municipalidades, tanto para los que ya han iniciado la planificación de su política ambiental como para los que tienen que empezar de cero. La meta no es la situación actual de cada uno, sino que todas las ciudades alcancen un sistema óptimo de Gestión Ambiental.

En este sentido, el CBPA debe tener en cuenta la variabilidad de competencias y obligaciones municipales, así como otras características tales como la densidad de habitantes, el entorno físico o el económico. Y es que muchas de las problemáticas medioambientales son comunes y compartidas por los diferentes municipios, pero las preocupaciones no serán iguales en un municipio industrial o minero que en uno costero o de Selva o principalmente turístico.

El CBPA consiste básicamente en una guía metodológica que pueden aplicar todo tipo de municipios, y que además unifica los mecanismos para llevar a cabo la gestión medioambiental local de forma que sea comparable. Para ello, el Código de Buenas Prácticas Ambientales (CBPA) fija tres grandes herramientas metodológicas:

a.    Auditoría medioambiental municipal
b.    Plan de Acción Social
c.    Sistema de Gestión Medioambiental según la Norma ISO 14001


Cada uno de ellos debe recoger las mejores prácticas ambientales aplicables; cada una de ellas se contempla por separado y con independencia de los otros dos instrumentos. Es probable que algún Municipio ya haya desarrollado el que debería ser el primero de estos puntos si hablamos en términos cronológicos: la Auditoría medioambiental municipal, que debe aportar el conocimiento de la situación actual de cada municipio. Si no es así, el municipio debe iniciar todas las acciones para elaborar una estrategia global, el paso previo es siempre el de la Auditoría. 

A continuación se expone más detalladamente cada una de estas herramientas.

a.         Auditoría medioambiental municipal

La Auditoría Medioambiental Municipal consiste en un estudio de todos los factores relacionados con el medio ambiente en el seno del término municipal. De esa forma, los técnicos consiguen hacer un diagnóstico fiable sobre cuál es la situación actual del medio ambiente municipal, qué debería mejorarse y cómo debería hacerse. Con ello se consigue:

  • Aportar la suficiente información para poder establecer líneas de actuación viables que permitan el desarrollo sostenible del municipio.
  • Proporcionar una relación de medidas concretas y actuaciones posibles priorizando las más urgentes.
  • Controlar y validar la operatividad y los resultados de las acciones que se lleven a cabo.
La realización de una Auditoría Ambiental requiere de la implicación directa de las autoridades y preferentemente el consenso de las fuerzas políticas representadas. Para facilitar su comprensión, y también su organización, se ha estructurado las auditorías en seis apartados:

1º Diagnosis técnica: Presenta la metodología para realizar un diagnóstico medioambiental municipal basado en el análisis de los factores socioeconómicos, medioambientales y organizativos de cada municipio, y siempre sobre datos contrastados.

2º Diagnosis cualitativa: Actúa como soporte de la diagnosis técnica. Aporta una visión más subjetiva, basada en la opinión de la ciudadanía. Es por ello, un apartado fundamental, especialmente cuando quiere darse relevancia a la participación ciudadana.

3º Plan de Acción Ambiental: Conjunto de estrategias, acciones y propuestas destinadas a solucionar los problemas e incidencias que se hayan detectado en la fase de diagnosis, tanto técnica como cualitativa.

4º. Plan de Seguimiento: Programa de vigilancia y control, basado en una serie de indicadores prefijados. El objetivo es evaluar el grado de mejora ambiental del municipio.

5º Indicadores de Sostenibilidad: Son el soporte básico del Plan de Seguimiento. Pretende que cada Entidad Local establezca indicadores útiles para el control de las mejoras ambientales en el ámbito de cada municipio.

6º Declaración ambiental: Informe que describe sintéticamente la metodología y los procesos que se han seguido en la elaboración de la Auditoria Medioambiental y los resultados obtenidos, con el fin de darlo a conocer a la población.

a.         Plan de Acción Social

Con el Plan de Acción Social se favorece la participación de la ciudadanía, de una forma organizada, en los procesos de Gestión del Medio Ambiente Municipal. Junto con la Auditoría, es la herramienta fundamental para la aplicación de la Agenda 21. Con él se consigue:

  • Crear y aplicar herramientas de participación que ayuden a la implantación eficaz del Plan de Acción Ambiental que ha de llevar al desarrollo sostenible del municipio.
  • Establecer vínculos entre la administración local y la ciudadanía para facilitar la toma de decisiones.
  • Implicar y concienciar a los ciudadanos y otros agentes sociales en el desarrollo sostenible.
  • Crear un sistema de información y comunicación sobre aspectos medioambientales del municipio.
  • Formar e informar sobre temas medioambientales a la ciudadanía y a los empleados de la administración local.
a.    Sistema de Gestión Medioambiental según la Norma ISO 14001

La implantar un Sistema de Gestión Medioambiental  según la Norma ISO 14001 es un paso más en el desarrollo técnico de las acciones medioambientales locales. Supone un compromiso y una responsabilidad mayores, pero también un mayor prestigio para promocionar el municipio.

La ISO 14001 es una Norma Internacional que especifica los requisitos para que un sistema de gestión medioambiental capacite a una entidad local para:

  • Establecer una política medioambiental adecuada y documentar en Manuales de Gestión y de Procedimientos la descripción completa del proceso.
  • Identificar los aspectos medioambientales significativos y los posibles impactos sobre el medio ambiente.
  • Identificar los requisitos legales y reglamentarios aplicables.
  • Establecer programas para alcanzar unos objetivos- y metas medioambientales.
  • Planificar el control, seguimiento y auditorías para asegurar su cumplimiento y que el sistema sea el apropiado en cada momento.
  • Poder adaptarse a circunstancias cambiantes.



a. Para la elaboración del CBPA

Primero, se deben crear equipos técnicos en las Entidades Locales para la realización de las diagnosis medioambientales municipales, y sobre la base de estas se deben crear la primera versión del Código de Buenas prácticas Ambientales Estos pasos han constituido las tres primeras fases del proyecto, pero este se completa con dos fases adicionales:

b.   Preparación del equipo y de la metodología de trabajo

En cada municipio en la primera etapa del proyecto, se asigna a un responsable político que realice el seguimiento y tome las decisiones para la realización del proyecto. A estos responsables se les asigna un equipo técnico de trabajo, formado, también, en esta etapa.

En esta fase se presenta el Plan de Tareas, con las etapas y objetivos del proyecto, a los principales responsables municipales, se establece una metodología de trabajo común y se fija el sistema de coordinación entre todos los actores participantes en el proyecto.

c.    Auditoría Ambiental

Elaboración de un instrumento metodológico que sirva de modelo de diagnóstico medioambiental, a través de su determinación en cada Municipalidad. Éste instrumento pretende ser adaptable a todo tipo de entidades locales, por ello los se tienen perfiles muy diferentes.

En la elaboración del diagnóstico, el primer paso es la recogida de datos, para ello se establecen los ámbitos de estudio y los instrumentos metodológicos necesarios. A partir de esta información se realiza el análisis y diagnóstico de la situación medioambiental de cada municipio, y, finalmente, se presentan los resultados a los representantes municipales, tanto técnicos como políticos.

d. Creación del código de buenas prácticas ambientales

En esta tercera fase se recoge el núcleo de todo el proyecto, la elaboración del Código de Buenas Prácticas Ambientales (CBPA). Un documento que ya desde los trabajos previos se basa en dos grandes pilares: ser aplicable a todos los municipios, y que recoja la experiencia práctica y teórica realizada dentro y fuera del País.

Así, el texto desarrolla los tres documentos básicos de los que ya hemos hablado: Auditoría Medioambiental Municipal; Plan de Acción Social; y, del Sistema de Gestión Medioambiental según las normas ISO 14000. El documento elaborado en esta fase es una primera versión del Código de BPA, destacando su carácter técnico y documental. Se basa en la experiencia recogida en la fase anterior, así como en las bases de datos existentes y en las mejores prácticas publicadas.

Como sucede a lo largo de todo el proyecto, el contacto con la ciudadanía, las asociaciones, y el sector empresarial debe ser permanente. Es muy importante que todos ellos estén informados de la evolución del programa.

e. Revisión del código de buenas prácticas ambientales
La celebración de las Jornadas Técnicas en nuestro país pretende llevar al análisis del Código y al intercambio de experiencias entre todas las Administraciones reunidas. A partir de aquí, los municipios implicados valorarán los contenidos del Código BPA e incorporarán las mejores prácticas. El objetivo sigue siendo validar el Código de manera que cada uno de los tres apartados del documento sea útil como parte de un modelo normalizado de gestión medioambiental.

f. Configuración definitiva del código de buenas prácticas ambientales

Constituye la última fase del Programa. A lo largo de tres meses, en promedio, se establece el Código de BPA definitivo con las incorporaciones extraídas de la fase anterior. El Código se corrige basándose en las experiencias de los técnicos de la municipalidad.

Finalmente, el Código de Buenas Prácticas Ambientales se publica en formato libro, con un diseño lo más claro posible e incorporando elementos gráficos como cuadros, listados o ayudas que haga más dinámica su consulta. Igualmente, el Código se presenta también en formato CD- Rom, como un sistema práctico auxiliar de trabajo que permita la interacción de los técnicos ambientales con los distintos apartados de la guía.

1 comentario:

MUY BUENA