miércoles, 15 de junio de 2016

USO DE LOS MEDIO DE COMUNICACIÓN EN LA E.A. NO FORMAL


Al reconocer que la radio y la televisión son probablemente los medios más eficaces para influir sobre la opinión pública, se propone que ellos puedan ser utilizados con mayor eficacia en la EA no formal:

1. Presentando programas regulares, por ejemplo, diarios, donde se presenten los temas ambientales de modo interesante y vivido. Por ejemplo, una emisión diaria de cinco minutos cada mañana puede informar a los agricultores de cosas tales como el pronóstico del tiempo, los precios de los productos, nuevas técnicas en el tratamiento de fertilizantes, fechas óptimas de plantación, etc. También puede incorporarse el interés ambiental en programas diseñados más claramente como entretenimiento. 

    Es bien sabido que los programas que se presenten con regulari­dad en radio o televisión, en los cuales la audiencia pueda identificarse con las personas y las situaciones, pueden llegar a ser muy populares y lograr enormes audiencias. En tales programas podría entretejerse temas ambientales en los argumentos para lograr el máximo efecto. Por ejemplo, una serie basada en la vida cotidiana de una familia podría incorporar en forma natural temas tales como la salud pública o la planificación familiar.

2. Asegurando que se maximice el potencial educacional de los documentales y otros programas especializados. En muchos países los programas de televisión dedicados a la historia natural son muy populares, pero a menudo los productores no se dan cuenta de la contribución que la EA podría hacer a la calidad de esos programas. 

    Por ejemplo, en muchos programas el énfasis esta puesto en las fotografías espectaculares y poco comunes, que obviamente mucha gente encuentra fascinantes y entretenidas. Pero un examen de problemas ambientales tales como las enfermedades transmitidas por el agua, el control de pestes o la decadencia urbana puede ser igualmente fascinante y de relevancia inmediata para la audiencia, al mismo tiempo que aproveche las características específicas y motivadoras del medio.

3.  Asegurándose de que los programas noticiosos regulares tanto en la televisión como en la radio, nacional y local, informen a la gente sobre temas y problemas ambientales de actualidad. Esto no debería limitarse a informar sobre grandes desastres ambientales sino debería recordar constantemente al público que degradación ambiental, en todas sus manifestaciones, es un problema constante y apremiante para la mayoría de las sociedades.

4. Incorporando la perspectiva ambiental a los programas educacionales existentes. En muchos países existen sofisticados programas educacionales tanto a niveles formales como informales. Tales sistemas podrían ser vehículos para una amplia educación permanente y debería ser posible utilizarlos para llevar los temas ambientales de actualidad a conocimientos del público general.

5.  Orientando hacia temas ambientales aquellos programas que se apoyan en la participación de la audiencia. Ha habido una tendencia creciente, particularmente en los países desarrollados, para incorporar los puntos de vista de la audiencia en los programas de discusión. Esto puede tomar la forma de un enlace telefónico directo entre auditores seleccionados y el presentador, o de una encuesta de opi­nión que se obtiene a través de las llamadas que llegan a una mesa central. 

  En ciertas ocasiones, el tema en discusión tendrá base ambiental, pero hay una gran oportunidad de utilizar este formato de programa con mayor eficacia en el examen de cuestiones ambientales, particularmente al nivel local.

6.  Asegurándose de que los productores de programas de radio y televisión tengan conciencia y cierta comprensión de los problemas ambientales que enfrentan sus sociedades locales y de que se informen sobre el papel que puede jugar la EA en la resolución de esos problemas. No sería realista proponer que todos los productores sigan un curso de estudios ambientales en servicio, pero es deseable que por lo menos haya una persona en la organización local o nacional de radio o televisión que tenga formación en EA. La tarea de esa persona sería examinar, con los productores de programas, de que modo podría incorporarse la preocupación ambiental en los programas existentes y cómo puede ampliarse esto mediante nuevas estrategias de programación.

El enfoque multimedios

El uso existente de televisión, video y radio, y su uso adicional en la forma que se ha sugerido, señalan el gran potencial que estos medios tienen en la promoción de la educación ambiental no formal. En todos los casos, sin embargo, el impacto de los programas de radio y televisión debe consolidarse y ampliarse mediante el uso de materiales escritos adecuados. De este modo, las ayudas a la educación como los afi­ches, los papelógrafos, las guías de terreno, los manuales de instrucción, etc., tienen gran importancia en todas las formas de educación no formal.


Tal enfoque multimedios se ha demostrado de máxima eficacia en la disemina­ción de conocimiento, actitudes y habilidades para el público en general. Un elemento esencial de su producción es la necesidad de pruebas piloto, y esto debería ser consi­derado como parte integral de su proceso de producción y de utilización. 

Si bien esto se acepta normalmente, el tiempo y los recursos que se destinan a las pruebas piloto de los materiales con mucha frecuencia son subestimados. Los materiales didácticos, sin embargo, independientemente de lo bien que hayan sido producidos, no pueden reemplazar a los beneficios del contacto interpersonal. La gente, en general, necesita la ayuda, la orientación y el estímulo que provienen de rela­cionarse con un profesor o un extensionista, y esto es especialmente cierto para el sector no formal de la educación.

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