Al reconocer que la radio y la televisión son
probablemente los medios más eficaces para influir sobre la opinión pública, se
propone que ellos puedan ser utilizados con mayor eficacia en la EA no formal:
1. Presentando programas regulares, por ejemplo,
diarios, donde se presenten los temas ambientales de modo interesante y vivido.
Por ejemplo, una emisión diaria de cinco minutos cada mañana puede informar a
los agricultores de cosas tales como el pronóstico del tiempo, los precios de
los productos, nuevas técnicas en el tratamiento de fertilizantes, fechas
óptimas de plantación, etc. También puede incorporarse el interés ambiental en programas diseñados más
claramente como entretenimiento.
Es bien sabido que los programas que se
presenten con regularidad en radio o televisión, en los cuales la audiencia
pueda identificarse con las personas y las situaciones, pueden llegar a ser muy
populares y lograr enormes audiencias. En tales programas podría entretejerse
temas ambientales en los argumentos para lograr el máximo efecto. Por ejemplo,
una serie basada en la vida cotidiana de una familia podría incorporar en forma
natural temas tales como la salud pública o la planificación familiar.
2. Asegurando que se maximice el potencial educacional
de los documentales y otros programas especializados. En muchos países los
programas de televisión dedicados a la historia natural son muy populares, pero
a menudo los productores no se dan cuenta de la contribución que la EA podría
hacer a la calidad de esos programas.
Por ejemplo, en muchos programas el
énfasis esta puesto en las fotografías espectaculares y poco comunes, que
obviamente mucha gente encuentra fascinantes y entretenidas. Pero un examen de
problemas ambientales tales como las enfermedades transmitidas por el agua, el
control de pestes o la decadencia urbana puede ser igualmente fascinante y de
relevancia inmediata para la audiencia,
al mismo tiempo que aproveche las características específicas y motivadoras del
medio.
3. Asegurándose de que los
programas noticiosos regulares tanto en la televisión como en la radio,
nacional y local, informen a la gente sobre temas y problemas ambientales de
actualidad. Esto no debería limitarse a informar sobre grandes desastres
ambientales sino debería recordar constantemente al público que degradación
ambiental, en todas sus manifestaciones, es un problema constante y apremiante
para la mayoría de las sociedades.
4. Incorporando la
perspectiva ambiental a los programas educacionales existentes. En muchos países
existen sofisticados
programas educacionales tanto a niveles formales como informales. Tales
sistemas podrían ser vehículos para una amplia educación permanente y debería
ser posible utilizarlos para llevar los temas ambientales de actualidad a
conocimientos del público general.
5. Orientando hacia temas ambientales aquellos programas que se
apoyan en la participación de la audiencia. Ha habido una tendencia creciente,
particularmente en los países desarrollados, para incorporar los puntos de
vista de la audiencia en los programas de discusión. Esto puede tomar la forma
de un enlace telefónico directo entre auditores seleccionados y el presentador,
o de una encuesta de opinión que se obtiene a través de las llamadas que llegan
a una mesa central.
En ciertas ocasiones, el tema en discusión tendrá base
ambiental, pero hay una gran oportunidad de utilizar este formato de programa
con mayor eficacia en el examen de cuestiones ambientales, particularmente al
nivel local.
6. Asegurándose de que los productores de programas de
radio y televisión tengan conciencia y cierta comprensión de los problemas
ambientales que enfrentan sus sociedades locales y de que se informen sobre el
papel que puede jugar la EA en la
resolución de esos problemas. No sería realista proponer que todos los
productores sigan un curso de estudios ambientales en servicio, pero es
deseable que por lo menos haya una persona en la organización local o nacional
de radio o televisión que tenga formación en EA. La tarea de esa persona sería
examinar, con los productores de programas, de que modo podría incorporarse la preocupación ambiental
en los programas existentes y cómo puede ampliarse esto mediante nuevas
estrategias de programación.
El enfoque
multimedios
El uso existente de televisión, video y radio, y su
uso adicional en la forma que se ha sugerido, señalan el gran potencial que
estos medios tienen en la promoción de la educación ambiental no formal. En
todos los casos, sin embargo, el impacto de los programas de radio y televisión
debe consolidarse y ampliarse mediante el uso de materiales escritos adecuados.
De este modo, las ayudas a la educación como los afiches, los papelógrafos,
las guías de terreno, los manuales de instrucción, etc., tienen gran
importancia en todas las formas de educación no formal.
Tal enfoque multimedios
se ha demostrado de máxima eficacia en la diseminación de conocimiento,
actitudes y habilidades para el público en general. Un elemento esencial de su
producción es la necesidad de pruebas piloto, y esto debería ser considerado
como parte integral de su proceso de producción y de utilización.
Si bien esto
se acepta normalmente, el tiempo y los recursos que se destinan a las pruebas
piloto de los materiales con mucha frecuencia son subestimados. Los materiales
didácticos, sin embargo, independientemente de lo bien que hayan sido
producidos, no pueden reemplazar a los beneficios del contacto interpersonal.
La gente, en general, necesita la ayuda, la orientación y el estímulo que
provienen de relacionarse con un profesor o un extensionista, y esto es
especialmente cierto para el sector no formal de la educación.
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