La utilización del Código de Buenas
Prácticas Ambientales (CBPA) por parte de los municipios españoles ofrece
numerosas ventajas:
ü Permite el conocimiento
de la situación medioambiental actual del municipio.
ü Mejora el conocimiento del nivel de cumplimiento de la
legislación ambiental aplicable al régimen local.
ü Posibilita un mejor
comportamiento ambiental y cívico de los ciudadanos, aumentando su
sensibilización y concienciación. Aumenta la calidad de vida.
ü Contribuye a la mejora
de la imagen de la administración local ante la ciudadanía por su
preocupación ante los temas ambientales.
ü Aumenta la participación
ciudadana y el tejido asociativo.
ü Minimiza
los costes municipales de
servicios e infraestructuras municipales gracias al uso eficiente de los
recursos y a la buena gestión de los residuos.
ü Permite al Municipio beneficiarse
de subvenciones, ayudas o financiaciones autonómicas, estatales o europeas.
Un Código riguroso y adaptable
En la situación actual, estas entidades
locales no disponen de una pauta de trabajo que les sirva de modelo para llevar
a cabo una Gestión Medioambiental propia. Por ello, se considera que es
necesario proporcionar a los municipios una metodología ya establecida que
garantice una base científica y un rigor en los métodos. En fin, que
proporcione seguridad a los técnicos que han de tomarla como referencia.
Sin embargo, la eficacia no debe estar
reñida con el sentido práctico y la aplicabilidad, si no que el CBPA debe
servir para todas las Municipalidades, tanto para los que ya han iniciado la
planificación de su política ambiental como para los que tienen que empezar de
cero. La meta no es la situación actual de cada uno, sino que todas las
ciudades alcancen un sistema óptimo de Gestión Ambiental.
En este sentido, el CBPA debe tener en cuenta la
variabilidad de competencias y obligaciones municipales, así como otras
características tales como la densidad de habitantes, el entorno físico o el
económico. Y es que muchas de las problemáticas medioambientales son comunes y
compartidas por los diferentes municipios, pero las preocupaciones no serán
iguales en un municipio industrial o minero que en uno costero o de Selva o
principalmente turístico.
El CBPA consiste básicamente en una
guía metodológica que pueden aplicar todo tipo de municipios, y que además
unifica los mecanismos para llevar a cabo la gestión medioambiental local de
forma que sea comparable. Para ello, el Código de Buenas Prácticas Ambientales
(CBPA) fija tres grandes herramientas metodológicas:
a. Auditoría
medioambiental municipal
b. Plan de
Acción Social
c. Sistema de
Gestión Medioambiental según la Norma ISO 14001
Cada uno de ellos debe recoger las mejores
prácticas ambientales aplicables; cada una de
ellas se contempla por separado y con independencia de los otros dos
instrumentos. Es probable que algún Municipio ya haya desarrollado el que
debería ser el primero de estos puntos si hablamos en términos cronológicos: la
Auditoría medioambiental municipal, que debe aportar el conocimiento de la
situación actual de cada municipio. Si no es así, el municipio debe iniciar
todas las acciones para elaborar una estrategia global, el paso previo es
siempre el de la Auditoría.
A continuación se expone más
detalladamente cada una de estas herramientas.
a.
Auditoría medioambiental municipal
La Auditoría Medioambiental Municipal
consiste en un estudio de todos los factores relacionados con el medio ambiente
en el seno del término municipal. De esa forma, los técnicos consiguen hacer un
diagnóstico fiable sobre cuál es la situación actual del medio ambiente
municipal, qué debería mejorarse y cómo debería hacerse. Con ello se consigue:
- Aportar
la suficiente información para poder establecer líneas de actuación
viables que permitan el desarrollo sostenible del municipio.
- Proporcionar
una relación de medidas concretas y actuaciones posibles priorizando las
más urgentes.
- Controlar y validar la operatividad y los resultados de las acciones que se lleven a cabo.
La realización de una Auditoría
Ambiental requiere de la implicación directa de las autoridades y
preferentemente el consenso de las fuerzas políticas representadas. Para
facilitar su comprensión, y también su organización, se ha estructurado las
auditorías en seis apartados:
1º Diagnosis
técnica: Presenta la metodología
para realizar un diagnóstico medioambiental municipal basado en el análisis de
los factores socioeconómicos, medioambientales y organizativos de cada
municipio, y siempre sobre datos contrastados.
2º Diagnosis
cualitativa: Actúa como soporte de la
diagnosis técnica. Aporta una visión más subjetiva, basada en la opinión de la
ciudadanía. Es por ello, un apartado fundamental, especialmente cuando quiere
darse relevancia a la participación ciudadana.
3º
Plan de Acción Ambiental: Conjunto
de estrategias, acciones y propuestas destinadas a solucionar los problemas e
incidencias que se hayan detectado en la fase de diagnosis, tanto técnica como
cualitativa.
4º.
Plan de Seguimiento: Programa
de vigilancia y control, basado en una serie de indicadores prefijados. El
objetivo es evaluar el grado de mejora ambiental del municipio.
5º
Indicadores de Sostenibilidad: Son el
soporte básico del Plan de Seguimiento. Pretende que cada Entidad Local
establezca indicadores útiles para el control de las mejoras ambientales en el
ámbito de cada municipio.
6º
Declaración ambiental: Informe que describe sintéticamente la
metodología y los procesos que se han seguido en la elaboración de la Auditoria
Medioambiental y los resultados obtenidos, con el fin de darlo a conocer a la
población.
a.
Plan de Acción Social
Con el Plan de Acción Social se
favorece la participación de la ciudadanía, de una forma organizada, en los
procesos de Gestión del Medio Ambiente Municipal. Junto con la Auditoría, es la
herramienta fundamental para la aplicación de la Agenda 21. Con él se consigue:
- Crear
y aplicar herramientas de participación que ayuden a la implantación
eficaz del Plan de Acción Ambiental que ha de llevar al desarrollo
sostenible del municipio.
- Establecer
vínculos entre la administración local y la ciudadanía para facilitar la
toma de decisiones.
- Implicar
y concienciar a los ciudadanos y otros agentes sociales en el desarrollo
sostenible.
- Crear
un sistema de información y comunicación sobre aspectos medioambientales
del municipio.
- Formar e informar sobre temas medioambientales a la ciudadanía y a los empleados de la administración local.
a. Sistema de Gestión Medioambiental según la Norma ISO
14001
La
implantar un Sistema de Gestión Medioambiental
según la Norma ISO 14001 es un paso más en el desarrollo técnico de las
acciones medioambientales locales. Supone un compromiso y una responsabilidad
mayores, pero también un mayor prestigio para promocionar el municipio.
La
ISO 14001 es una Norma Internacional que especifica los requisitos para que un
sistema de gestión medioambiental capacite a una entidad local para:
- Establecer
una política medioambiental adecuada y documentar en Manuales de Gestión y
de Procedimientos la descripción completa del proceso.
- Identificar
los aspectos medioambientales significativos y los posibles impactos sobre
el medio ambiente.
- Identificar
los requisitos legales y reglamentarios aplicables.
- Establecer
programas para alcanzar unos objetivos- y metas medioambientales.
- Planificar
el control, seguimiento y auditorías para asegurar su cumplimiento y que
el sistema sea el apropiado en cada momento.
- Poder
adaptarse a circunstancias cambiantes.
a. Para la elaboración del CBPA
Primero, se deben crear equipos
técnicos en las Entidades Locales para la realización de las diagnosis
medioambientales municipales, y sobre la base de estas se deben crear la
primera versión del Código de Buenas prácticas Ambientales Estos pasos han
constituido las tres primeras fases del proyecto, pero este se completa con dos
fases adicionales:
b. Preparación del equipo y de la metodología de trabajo
En cada municipio en
la primera etapa del proyecto, se asigna a un responsable político que realice
el seguimiento y tome las decisiones para la realización del proyecto. A estos
responsables se les asigna un equipo técnico de trabajo, formado, también, en
esta etapa.
En esta fase se presenta el Plan de
Tareas, con las etapas y objetivos del proyecto, a los principales responsables
municipales, se establece una metodología de trabajo común y se fija el sistema
de coordinación entre todos los actores participantes en el proyecto.
c. Auditoría Ambiental
Elaboración
de un instrumento metodológico que sirva de modelo de diagnóstico
medioambiental, a través de su determinación en cada Municipalidad. Éste instrumento pretende ser adaptable a todo tipo de
entidades locales, por ello los se tienen perfiles muy diferentes.
En la elaboración del diagnóstico, el
primer paso es la recogida de datos, para ello se establecen los ámbitos de
estudio y los instrumentos metodológicos necesarios. A partir de esta
información se realiza el análisis y diagnóstico de la situación medioambiental
de cada municipio, y, finalmente, se presentan los resultados a los
representantes municipales, tanto técnicos como políticos.
d. Creación del código de buenas prácticas ambientales
En esta tercera fase se recoge el
núcleo de todo el proyecto, la elaboración del Código de Buenas Prácticas
Ambientales (CBPA). Un documento que ya desde los trabajos previos se basa en
dos grandes pilares: ser aplicable a todos los municipios, y que recoja la
experiencia práctica y teórica realizada dentro y fuera del País.
Así, el texto desarrolla los tres
documentos básicos de los que ya hemos hablado: Auditoría Medioambiental
Municipal; Plan de Acción Social; y, del Sistema de Gestión Medioambiental
según las normas ISO 14000. El documento elaborado en esta fase es una primera
versión del Código de BPA, destacando su carácter técnico y documental. Se basa
en la experiencia recogida en la fase anterior, así como en las bases de datos
existentes y en las mejores prácticas publicadas.
Como sucede a lo largo de todo el
proyecto, el contacto con la ciudadanía, las asociaciones, y el sector
empresarial debe ser permanente. Es muy importante que todos ellos estén
informados de la evolución del programa.
e. Revisión
del código de buenas prácticas ambientales
La celebración de las Jornadas Técnicas
en nuestro país pretende llevar al análisis del Código y al intercambio de
experiencias entre todas las Administraciones reunidas. A partir de aquí, los
municipios implicados valorarán los contenidos del Código BPA e incorporarán
las mejores prácticas. El objetivo sigue siendo validar el Código de manera que
cada uno de los tres apartados del documento sea útil como parte de un modelo
normalizado de gestión medioambiental.
f. Configuración definitiva del código de buenas
prácticas ambientales
Constituye la última fase del Programa.
A lo largo de tres meses, en promedio, se establece el Código de BPA definitivo
con las incorporaciones extraídas de la fase anterior. El Código se corrige
basándose en las experiencias de los técnicos de la municipalidad.
Finalmente, el Código de Buenas
Prácticas Ambientales se publica en formato libro, con un diseño lo más claro
posible e incorporando elementos gráficos como cuadros, listados o ayudas que
haga más dinámica su consulta. Igualmente, el Código se presenta también en
formato CD- Rom, como un sistema práctico auxiliar de trabajo que permita la
interacción de los técnicos ambientales con los distintos apartados de la guía.

bien vienen...
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