Una nueva educación requiere del replanteamiento de
los procesos educativos en su conjunto y desarrollarse en un marco de nuevos
enfoques, métodos, conocimientos y nuevas relaciones entre los distintos
agentes educativos. Esta nueva educación debe:
§ Abarcar el medio social y natural como un todo
interrelacionado entre sí y vincular los modelos de crecimiento, con un
desarrollo integral sustentado en un ambiente sano.
§ Facilitar la comprensión de la esencia de los
procesos, desenmascarar sus apariencias para con ello propiciar un acercamiento
crítico integral a la realidad.
§ Convertirse en un proceso social que facilite una
formación que proporcione armas intelectuales y emotivas para la acción
consciente.
§ Utilizar métodos apropiados que despierten al
hombre de su sueño letárgico, para que surja un hombre que sea el autor y el
principal actor de su propia historia.
La educación aquí planteada, se conoce como
Educación Ambiental (EA) y, aunque permeada por muchos de los problemas del sistema
educativo tradicional, es entendida como un proceso integral, político,
pedagógico, social, orientado a conocer y comprender la esencia de la situación
ambiental, para propiciar la participación activa, consciente y organizada de
la población en la transformación de su realidad, en función de un proyecto de
sociedades ambientalmente sustentables y socialmente justas.
La educación ambiental se ha concebido como una
estrategia para proporcionar nuevas maneras de generar en las personas y en las
sociedades humanas cambios significativos de comportamiento y resignificación
de valores culturales, sociales, políticos, económicos y los relativos a la
naturaleza, al mismo tiempo propiciar y facilitar mecanismos de adquisición de
habilidades intelectuales y físicas, promoviendo la participación activa y
decidida de los individuos de manera permanente; reflejándose en una mejor
intervención humana en el medio y como consecuencia una adecuada calidad de
vida.
Este planteamiento, que probablemente no refleje del todo la nueva
concepción que se ha logrado de la educación ambiental desde sus orígenes,
presenta una idea de su finalidad. Desde esta concepción es que en las últimas
décadas se ha puesto la confianza en el proceso educativo para contribuir a la
respuesta de los problemas ambientales.
En sí, la planificación, organización y metodología
de la EA no formal varía enormemente de un país a otro. En Nepal, por ejemplo,
Radio Nepal emite regularmente un programa semanal sobre ecología con énfasis
en la preservación de los bosques, un problema particular en Nepal. La Sociedad
lraquí de
Protección Ambiental ha concentrado sus actividades en
la producción de publicaciones dirigidas a estimular la conciencia pública y
en nuestro país aún la situación es incipiente y lo poco que se hace es a
través de artículos esporádicos en la prensa escrita y en, boletines
ocasionales.
La operación Sahel-Verde, conducida en Senegal, fue
un ejercicio práctico en EA extraescolar en que intervinieron cerca de dos mil
jóvenes en un programa de plantación de Miles árboles que cubrían casi 800 hectáreas
del Desierto del Sahel. La Liga de Protección de la Naturaleza de Polonia, en
cooperación con varios grupos juveniles y adultos, ha establecieron campamentos
escolares en la naturaleza y centros de investigación ambiental para jóvenes
naturalistas.
Muchos museos regionales de historia natural tienen también salas
especiales para educación ambiental. En Indonesia, el gobierno aceptó que se
necesitaba un programa de EA no formal para mejorar la conciencia pública sobre
los problemas ambientales. Como consecuencia un equipo de educadores no
formales basa su campaña en cuestiones ambientales locales. Se llega al
público a través de una serie regular de charlas destinadas a organizaciones de
jóvenes y de mujeres; las charlas fueron reforzadas mediante aportes de los
medios masivos —radio, TV y prensa— cuando el grupo destinatario específico
eran los niños fuera del sistema educacional formal.
Los ejemplos anteriores, junto a muchos otros que podrían
citarse, ilustran la variedad, complejidad y versatilidad de las actividades y
prácticas educativas que podrían ser clasificadas como EA no formal. Así,
muchos programas tienen obvia inspiración y control gubernamental, otros son
patrocinados por organizaciones no gubernamentales (ONGs), en tanto que algunos
son una combinación de ambos.
Aun, dentro de los programas organizados por el
gobierno, hay otros ministerios aparte del de Educación que suelen participar,
como Agricultura, Trabajo y Medio Ambiente. Esta flexibilidad de enfoques es
una característica importante de la EA no formal y tiene ventajas, porque es
necesario variar de enfoques para satisfacer las necesidades de los grupos
destinatarios y sus situaciones
específicas que son diferentes. Sin embargo, la gran flexibilidad genera también
problemas. Puede traducirse en la fragmentación de los esfuerzos a nivel
gubernamental, y puede que tampoco se disponga de una estrategia coherente de
EA no formal entre las ONGs.
Metodología de educación ambiental no formal
En términos generales el
tipo de EA no formal puede clasificarse como participativo o no participativo.
El segundo corresponde a los casos en que los destinatarios son meros
receptores pasivos e incluye emisiones de radio y TV, artículos de
prensa, visitas a instituciones como museos, zoológicos, acuarios, etc., y también
la asistencia a alguna charla ocasional en un club local. Estas formas no
participativas de EA abundan mucho en el mundo, particularmente en los países
desarrollados. Durante la última década el incremento en el número de programas
de TV dedicados a problemas ambientales como conservación, contaminación, hambrunas,
etc., es una medida de la preocupación del público general por estas
importantes cuestiones.
Es difícil estimar el
valor y la eficacia de la situación de aprendizaje en estas actividades no
participativas porque se ha realizado poca investigación. La investigación
realizada ilustra claramente que puede haber aprendizaje y de hecho lo hay. En
cuanto a las visitas a zoológicos y museos, se ha demostrado que tanto los
adultos como los niños en edad escolar pueden beneficiarse educacionalmente con
estas visitas y que se mejora la capacidad de comprender ciertos conceptos.
No
se ha estudiado el impacto de los programas de TV en el desarrollo de una ética
ambiental, pero parecería que tales programas han contribuido a crear oleadas
de opinión pública que se ha manifestado en ONGs como Greenpeace y Amigos de la
Tierra. La meta de estas organizaciones, y otras similares a través del mundo,
es sensibilizar al gran público respecto a temas ambientales, elevar el nivel
de conciencia y comprensión ambiental y también estimular la participación
activa en la resolución de los problemas ambientales. En Alemania Occidental,
los "Verdes" han logrado dar una dimensión política a esta
preocupación ambiental y han conseguido elegir un buen número de asientos en el
parlamento.
Da la impresión, por lo
tanto, que los programas de EA no participativos son bastante comunes a través
de todo el mundo y, pese a que su principal preocupación es entretener a su
audiencia, ellos también sirven como medios para producir cambios de actitud en
gran número de personas de la población mundial.
La experiencia nos dice
que se debe recomendar una estimulación a los medios masivos a educar y
no solo diseminar información de interés ambiental, pero éste es precisamente
el dilema con que se enfrentan los medios masivos; si los programas son
demasiado educativos, con frecuencia dejan de ser entretenidos para una gran
mayoría de la población, y se pierde su valor. Si esos programas son solo de
entretenimiento el mensaje ambiental no se transmite con claridad. Si bien los
medios masivos han demostrado ser instrumentos eficaces para la EA pública, también
debe aumentarse el contacto personal para la transferencia substantiva de
educación ambiental, tomando en cuenta la cultura y los niveles educacionales
del grupo destinatario.
Esta ampliación de los
programas de EA no participativos con otros más estructurados, educativos y
entretenidos, es de mayor importancia para aquellos países en que las
cuestiones ambientales son inmediatas y relevantes para las vidas (o muertes)
diarias de las personas. En tales países el sistema de educación formal esta a
menudo en desventaja por carencia de recursos, altas tasas de deserción y número
insuficiente de plazas en la educación secundaria, y por consiguiente los
programas participativos de EA no formal adquieren una importancia aún mayor.
Cada región del mundo ofrece numerosos ejemplos de tales programas y sería
beneficioso examinar algunos de los métodos y técnicas más comunes de instrucción
que se utilizan en la EA no formal, con referencia especial a los diversos
grupos destinatarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
MUY BUENA